| sábado, 19 de julio de 2003 | Colgó los botines Bassedas se alejó del fútbol sin debutar en Newell's José M. Petunchi / Ovación La pretemporada en Mar del Plata marcó el quiebre definitivo para Christian Bassedas (30 años). Era el límite soportable, casi como el banco de prueba que se había planteado para saber si seguía. Pero no hizo falta transitar tanto: al quinto día de trabajo en la costa tomó la decisión de abandonar el fútbol. El miércoles se la comunicó a Héctor Veira antes de volverse a Buenos Aires y el jueves por la noche se la trasmitió al presidente de Newell's Eduardo López. Y ayer decidió hacerlo público, primero con Ovación y después con algunos medios. "Decidí que no voy a seguir, porque mentalmente siento que no soy el que fui", sorprendió el ahora ex volante rojinegro en el mediodía rosarino, con la congoja y el dolor de alguien que abandona lo que hasta acá fue algo más que un modo de vida. Antes de aclarar que "es un tema personal", y que la determinación se basa en que "perdí el entusiasmo y el amor por el fútbol, no quiero volver a medias tintas".
Consciente de que era una decisión perjudicial para la entidad y que ameritaba una explicación, se extendió en la justificación: "Sé lo que se juega Newell's, y yo mentalmente me di cuenta que me desenamoré (sic) del fútbol. Creía que esa sensación iba a cambiar en la pretemporada pero no fue así. Tengo más ganas de estar con mi familia, con mis amigos, que estar en un plantel, con horarios y con restricciones. No puedo ser deshonesto y quedarme por quedarme".
Las sensaciones que disparó la determinación de Bassedas en los hinchas fue dispar, aunque la mayoría lo tomó como una falta de respeto hacia la entidad. "Si los hinchas se ilusionaron con mi llegada les digo que es el mismo entusiasmo que tenía yo, y cambiaría algún título de Vélez para dárselo a Ñuls, pero tengo que ser honesto con la profesión y con la gente del club".
-Esto no se decide en un día, ¿cuándo tomaste la decisión?
-El fantasma me apareció desde que vine de Inglaterra y estuve 3 o 4 meses viviendo la vida con libertad, sin obligaciones. Y acá hay como una sentencia de que el jugador tiene que seguir hasta los 33 o 35 años, físicamente creo que puedo, pero mentalmente no. Me di cuenta porque ya no estaba disfrutando, y si este deporte que me dio tanto y es pura pasión, no lo disfrutás, es en vano seguir.
-¿Cuándo viniste de Mar del Plata ya tenías la decisión tomada?
-Sí, sí, hablé y me quebré con el Bambino Veira, porque te imaginarás que una decisión así es brava, pero él me entendió. Pero acá no hay misterios, creí que me iba a entusiasmar nuevamente la vida del jugador de fútbol, pero me di cuenta que no lo iba a soportar más, que no me iba a bancar ni media crítica y mi historia en vez de jugarme a favor me iba a jugar en contra. Si bien es doloroso, estoy haciendo lo correcto.
-¿Cuánto influyó en tu decisión esos meses en que hiciste otra vida, en la que disfrutaste de cosas a las que por su profesión un jugador no accede habitualmente?
-Algo pudo haber influido, puede ser. También que estuve mucho con mi familia y con mis amigos en el último año que no jugué tanto. También eso de ir a un bar a cualquier hora, o a comerme un pancho, cosas que el fútbol no te permite.
-Tu caso es similar al del Rifle Pandolfi, que también dejó. ¿Eso puede haber influido?
-No, para nada, pero cuando vos sos amigo de alguien algunas cosas te unen. La forma de ver la vida y de pensar, por ejemplo, pero después es algo personal. Siempre fui un profesional, no me estoy vendiendo bien, si mentalmente no estoy al 100 por ciento, no sirvo. Prefiero asumirlo ahora, darle tiempo al club y estar tranquilo conmigo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | "Si no disfrutás, es en vano seguir", argumentó. | | |