El plantel vivió una semana sin presión

Las copas reemplazaron al promedio en el discurso

Tuvieron que pasar casi dos torneos completos para que Central pudiese afrontar un partido sin la urgencia y la necesidad imperiosa de sumar de a tres. Se habituaron tanto a convivir con el promedio y el descenso que en esta semana las sensaciones fueron un poco raras, distintas a lo que estaban acostumbrados. Obviamente, mucho más placenteras. Es que de pronto, casi de un día para el otro, todo dejó de girar en torno al promedio para empezar a dar vueltas alrededor de la clasificación a las copas internacionales, un premio extra al que se hizo acreedor Central por méritos propios y por una ayuda adicional de Boca que logró el título de la Libertadores.

"Es una sensación rara", aceptó Pablo Sánchez, que con sus actuaciones se fue ganando un lugar entre los titulares. "Es que durante mucho tiempo nos habituamos a hablar del promedio", justificó Vitamina, aunque aclaró que "eso no quiere decir que con Boca no queramos ganar, porque sería bueno terminar esta campaña con un triunfo ante nuestra gente".

Por su parte, el Negro Quinteros resaltó que "lo ideal hubiese sido salvarnos mucho antes para poder jugar tranquilos, recién ahora vamos a tener un partido sin ningún tipo de presión. Pero igualmente no deja de ser importante, porque estos tres puntos nos vendrían muy bien para engrosar el promedio, porque es Boca y porque sería una buena manera de coronar seis meses muy buenos".

"Por supuesto que vivimos una semana distinta, porque nos sacamos un peso de encima al dejar esa mochila del descenso", argumentó Ferrari, quien igual sentenció: "tenemos que salir a ganar para quedarnos con la victoria, que nos va a venir bien".