| domingo, 06 de julio de 2003 | Candidato a la paliza verbal ¿No tiene límites la resistencia del público de cine? Esa parece ser la pregunta que se formulan muchos críticos desde que el miércoles pasado se estrenó en Estados Unidos la película "Terminator 3: La rebelión de las máquinas".
En todo Estados Unidos, los críticos de cine utilizaron en sus reseñas el tipo de paliza verbal que a Terminator le encantaría lanzar contra los enemigos que debe vencer para salvar la especie humana. Ruidoso, estúpido, rancio, barato, fueron algunos de los términos empleados por los expertos para calificar esta reencarnación del popular personaje de ciencia ficción.
Ahora, parafraseando al robot encarnado por Schwarzenegger, la película está de regreso. Pero a pesar de contar con Arnold en el papel que lo lanzó al estrellato, le falta un elemento importante de los éxitos anteriores: la habilidad del director James Cameron de encontrar el ángulo humano en medio de tanta pirotecnia.
Así, mientras "Arnie" sigue diciendo su texto con la impasible monotonía que significaría la muerte para cualquier otro actor, presenta un cuerpo envejecido restaurado a las dimensiones de su juventud y se divierte en secuencias de efectos especiales, la fórmula no parece funcionar esta tercera vez, según coinciden la mayoría de los críticos. Aunque algunos tuvieron palabras de elogio al compararla con "Matrix" y decir que no era tan pretenciosa como ésta. enviar nota por e-mail | | |