Para Fernández, Kirchner "puso límites exactos al negociar"

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó ayer que el presidente Néstor Kirchner logró "romper los tabúes" que marcaron a la política argentina de las últimas décadas, que sostenían que "no se puede vivir sin acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ni alineamiento con los Estados Unidos".

Al cabo de una semana recalentada por las declaraciones de funcionarios del equipo económico, que salieron con los tapones de punta a criticar la difusión publica de un documento interno del FMI en el que se plantean una serie de exigencias para encauzar las discusiones de un nuevo paquete de refinanciación de deudas para la Argentina, Fernández indicó que "el presidente Kirchner puso los límites exactos de por dónde puede pasar una negociación con los organismos internacionales", al tiempo que consideró que el jefe de Estado "tuvo una actitud que rompió con un tabú que la Argentina vivió durante toda la década del 90, que indicaba que no se puede vivir sin acuerdo con el Fondo".

El jefe de ministros también destacó que "hay otro tabú que dice que no se puede vivir sin un alineamiento con los Estados Unidos, como se planteó a comienzos de los 90 como relaciones carnales". Sin embargo, remarcó que "no se trata de tener una actitud confrontativa con los Estados Unidos, sino madura", y añadió que "no se trata de arreglar con el presidente de los Estados Unidos, sino de buscar puntos de acuerdo que le convengan a la Argentina".

Así le respondió al presidente uruguayo Jorge Batlle, quien precisó que al conversar con Kirchner sobre la renegociación de la deuda pública argentina, le dijo: "mire que usted tiene que hablar con el presidente Bush, porque mire que con ese cowboy, usted va a arreglar".

En cuanto a la posibilidad de que haya acuerdo de largo plazo con el Fondo, Fernández indicó que "hay que dejar trabajar a los técnicos" del FMI y del Palacio de Hacienda que desde la semana última estudian los números de la Argentina para establecer metas de una futura nueva carta de intención.

No obstante, aseguró estar "convencido que habrá acuerdo con los organismos internacionales", aunque puso de relieve que "no será un arreglo a cualquier precio, no se trata de firmar un papel que al día siguiente no se cumpla, ni de establecer objetivos que nunca se lograrán, sino analizar la realidad a ver qué se puede hacer y comprometer".