Año CXXXVI
 Nº 49.875
Rosario,
martes  17 de
junio de 2003
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"Hay soluciones que no están a mi alcance", fueron las escuetas palabras que la jueza de Casilda, Silvia Nogueras, sostuvo ante La Capital al finalizar la reunión que mantuvo en horas de la tarde con un grupo de amigos y familiares de Luis Cignoli en la Jefatura de la Unidad Regional IV.
Hasta allí se había trasladado el grupo de personas cuando las calles de Arequito volvían a retomar su calma habitual. El pedido era uno solo: "que se haga justicia y se brinde mayor seguridad en la zona marginal del pueblo, allí donde anidan los delincuentes del pueblo", reconoció uno de los asistentes. Junto a la jueza, participaron del encuentro el jefe comunal de Arequito, Julio Vidosevich (quien vive en Casilda); el jefe de la policía santafesina, comisario general Ricardo Milicic; el jefe de la Unidad Regional IV, Hugo Giuliano; el diputado provincial Jorge Alvarez, y vecinos arequitenses.
Si bien la jueza se comprometió a interceder para que haya mayor control en la prevención del delito, los resultados de la reunión no lograron satisfacer a los vecinos. Sucede que los planteos hechos a la magistrada fueron desde cambiar el Código Penal hasta atacar la drogadicción o impulsar sanciones más severas para los delincuentes. Nogueras fue tajante: "No puedo solucionar todo, hay cosas que no están a mi alcance".


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