Arequito (Enviados especiales).- El escueto parte policial indicaba que en la mañana de ayer se había producido un hecho de sangre cuando Carlos Núñez, de 30 años, se trenzó en una discusión que culminó con la muerte de su rival ocasional, el joven custodio del boliche Arena de esa localidad, Luis Cignoli, de 29. Núñez, conocido como Mocoví le asestó una certera puñalada a Cignoli la altura del estómago que acabó con la vida del muchacho en minutos. En principio ese fue el motivo por el cual la gente realizó la violenta pueblada que culminó con decenas de heridos. Aunque esa es otra historia (ver página 29). La disputa entre Núñez y Cignoli comenzó el último viernes cuando este último le impidió el ingreso a Mocoví al boliche donde trabajaba, Arena. La cosa no quedó ahí ya que no sólo hubo un duro intercambio de insultos sino que derivó en algunos golpes de puño y el alejamiento del asesino del lugar. La bronca entre los dos había quedado sin saldar y hasta incluso la propia víctima le había confesado a un amigo suyo que "estaba cansado del atropello de estas personas", en alusión a Núñez y sus amigos. Al parecer, Núñez estaba en compañía de Jorge René Bled, de 30 años, una persona calificada como "mal elemento" según los vecinos de Arequito. Tanto Núñez como Bled habían protagonizado varios incidentes en el pasado y a ninguno de los dos se les permitía el ingreso al boliche que custodiaba la víctima. El motivo era sencillo. Los dueños del lugar no querían que Bled y Núñez, entre otros, entraran al local y quien siempre discutía con ellos ese tema era Cignoli. La noche del domingo la historia de broncas se extendió por la localidad y culminó en uno de sus bares nocturnos. En compañía de un amigo, Cignoli daba vueltas por su pueblo cuando se cruzó en una mirada intimidante con su asesino. Algunas versiones indican que hubo un cruce verbal previo al homicidio. Según el relato de uno de los vecinos, el custodio de Arena le había pedido a su amigo que se bajara del auto, no sin antes aclararle que estaba muy cansado y sentía impotencia por lo que estaba sucediendo en el pueblo "con esa gente". Otra fuente contó que Cignoli habría dicho que alguien debía enfrentarlos de una vez por todas. Sin embargo, la reacción rápida de Núñez impidió cualquier defensa de Cignoli, quien recibió una puñalada en el estómago cuando estaba por bajarse de su viejo Peugeot. Como pudo, condujo el vehículo unos cien metros, pero cayó desvanecido en el lugar. Su amigo intentó reanimarlo pero ya era tarde. Cignoli había perdido mucha sangre y su estado era irreversible. Al momento del ataque, Núñez estaba acompañado por su amigo Jorge Bled, aunque según testimonios de la policía "en este ataque no tuvo nada que ver". Bled quedó detenido por ser uno de los testigos directos del horrendo crimen, pero fue trasladado con una fuerte custodia policial luego de que más de 2000 vecinos apedrearon la comisaría. Tanto Bled como Núñez cuentan con antecedentes policiales, aunque ninguno por homicidio. Pero familiares directos a ambos, también con cuantiosos antecedentes penales, tuvieron relación con otros crímenes, por eso los vecinos los consideran "muy mala gente" (ver página 29). "Estamos cansados de que entren por una puerta de la comisaría y salgan por la otra", dijo un vecino en un intento por explicar la violenta reacción de la gente.
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