Año CXXXVI
 Nº 49.875
Rosario,
martes  17 de
junio de 2003
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Un custodio diferente

Luis Cignoli era un joven muy querido en Arequito, donde lo conocían como una persona solidaria y tranquila. Era soltero y vivía con sus padres, al lado de la casa de su abuela Graciana, a quien "iba a saludar todas las mañanas con un beso", contó ayer una de sus tías, quebrada de dolor. Además de sus padres, Luis adoraba a su sobrino, hijo de su única hermana, Carolina, que está embarazada de su segundo hijo.
Desde que dejó sus estudios en una escuela técnica, Luis trabajó en la gomería de su papá de la cual habitualmente quedaba a cargo cuando el hombre, que además es camionero, debía hacer algún viaje. "Era muy trabajador", contaron.
Su trabajo en el boliche Arenas, donde se cruzó días atrás con su homicida, lo hacía los fines de semana. "Es un trabajo que no le gusta a mucha gente, pero lo hacía para cuidar a los chicos que estaban adentro", contó su tía. "Controlaba, por orden del dueño, que no entraran personas que habían tomado mucho o estuvieran violentos".
La misma opinión tenían los vecinos, que lo consideraban un pibe bueno y servicial. Aseguran que su tarea de custodio "servía para proteger a los hijos de las familias de Arequito".
Luis era muy alto, "medía casi dos metros" y había ganado algunos trofeos de yudo y tae kwon do. Sus amigos aseguran que era un apasionado por el deporte y aunque sabía artes marciales, no era agresivo en absoluto.
Los familiares aseguran que además de tener muchos amigos, Luis tenía una buena relación con sus conocidos. "Era muy generoso, capaz de quedarse sin nada si podía ayudar a alguien" contaron sus familiares. "Todos lo querían, saludaba a todo el mundo", contaron.
"Sólo queremos un juicio justo. El dolor de mi hermana, mi cuñado, de toda la familia es muy grande. Esto nos cambió la vida en horas", dijo entrecortada de llanto la tía del muchacho.
En medio de la conmoción y el desconcierto que les ocasionó el crimen, la familia rescató el apoyo y la reacción de los pobladores: "Acá cada vez que pasa algo cambia la policía y nadie se hace responsable de nada", dijo Carolina, la hermana del muchacho asesinado.


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