Año CXXXVI
 Nº 49.865
Rosario,
sábado  07 de
junio de 2003
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En el congreso mundial Braford destacaron las oportunidades del sector
La carne, rumbo a un plan estratégico
Durante un encuentro en Corrientes se analizaron las experiencias de Brasil y Australia en el negocio

La Argentina tiene una gran oportunidad en la producción de carne porque el mercado mundial está demostrando que todavía es un buen destino". Así lo señaló Luis Otero Monsegur, flamante presidente de la Confederación Mundial Braford, al cierre del segundo congreso mundial de la raza que se realizó el fin de semana pasado en Corrientes.
"Tenemos ejemplos de organización y consenso para seguir con atención: el caso de Australia en consolidación del sector de la carne y el de Brasil en materia de integración de la cadena", sostuvo el directivo.
Más de mil personas asistieron al congreso mundial. Del panel de cierre participaron, además de Otero Monsegur, su antecesora en la confederación, la brasileña Greice Martins; el gobernador del Chaco, Angel Rozas, y el director ejecutivo del Congreso, Federico París.
Rozas resaltó la importancia de los Braford en el mejoramiento genético de la ganadería del nordeste y el valor estratégico que tiene para la región el sector ganadero, que los convierte en los segundos productores del país después de la llanura pampeana. Para Rozas, es necesario incorporar el concepto de cadena agroalimentaria. También fomentar el trabajo conjunto entre todos los sectores en pos de un objetivo común e impulsar la integración regional con el Mercosur.
La próxima cita será en Australia en 2006. Ese año, en abril, se espera recibir a 60 mil asistentes en Rockhampton, Queensland.

El marco institucional
Durante el congreso, Fernando Selasco, asesor privado y presidente de la comisión de ganadería de Aacrea, remarcó que la Argentina debe contar con un marco institucional y un plan estratégico para el sector de carne bovina.
Un sector que, como dijo es "complejo, con puja por intereses individuales y en el cual también se verifica un alto grado de desarticulación entre los eslabones, restando competitividad a todo el conjunto".
Como resultado de esta situación -explicó-, el sector ha venido sufriendo un progresivo deterioro en su actividad que se expresa en un virtual estancamiento de sus parámetros productivos, tanto a nivel del sector primario (baja tasa de extracción del rodeo nacional), como del sector industrial y comercial (disminución del consumo interno y de la participación en el comercio internacional de carnes).
"El panorama general no muestra signos de que se vayan a producir cambios significativos ni en el corto, mediano o largo plazo", se lamentó Velasco pero al mismo tiempo consideró posible definir lineamientos estratégicos desde las cadenas de valor.
"Nuestros competidores en el mercado mundial de carnes son un ejemplo, hay que planificar a largo plazo y posicionarse frente al cambiante escenario mundial, sin resignar porciones de mercado y aprovechando las oportunidades", señaló y agregó que "esto se logra mediante inteligencia de mercados y la provisión de información estratégica que ayude a programar y desarrollar más eficientemente las actividades".
"Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, nos muestran el camino a seguir", sostuvo Selasco, quien además se refirió a otras cadenas del sector productivo argentino, como el caso del vino. El plan estratégico "Argentina Vitivinícola 2020" es un ejemplo concreto de organización sectorial, con objetivos y estrategias adecuadas para "posicionar este producto y su industria en forma sostenible dentro de los más destacados del mundo", dijo.
Y agregó que es indudable que emprender una acción similar en el sector de ganados y carnes argentino representa un desafío y hace falta consenso y compromiso.
"Existen en nuestro medio suficientes recursos humanos y tecnológicos como para poder respaldar un adecuado trabajo de relevamiento de información y de diagnóstico para iniciar la formulación de un plan estratégico", dijo y enfatizó que "lograrlo requerirá del refuerzo de alianzas que dotarán al sector de la estabilidad y previsibilidad que hace falta".
En el mismo panel, Meter Milne, ex presidente del Cattle Council of Australia, comentó la experiencia de ese país en el diseño de un plan estratégico y de promoción.
Milne comentó que Meat and Livestock Australia (MLA) es una organización propiedad de los productores, que es financiada por ellos. Esta organización se esfuerza por convertir los objetivos estratégicos de la industria cárnica en una realidad concreta mediante proyectos que entran en la amplia categoría de investigación, desarrollo o marketing.
Los productores ganaderos individuales pueden poner el énfasis en investigación y desarrollo o en marketing, dependiendo de su experiencia en la industria. "Las direcciones no se excluyen, y una industria cárnica rentable siempre requerirá programas equilibrados que cubran ambas áreas", dijo Milne.
En la mayoría de los países productores de carne vacuna serios hay un enorme espacio para la consulta entre las organizaciones y para la cooperación para incrementar la industria cárnica mundial. De esta forma, la competencia se realiza por una tajada mayor de una torta más grande. "Hay que tener en cuenta, dijo Milne, que las estadísticas de casi todo país del mundo señalan la amenaza que corremos en la industria cárnica provocada por alimentos competitivos, no por otros productores ganaderos".
"Los países que realizan una contribución significativa para el crecimiento mundial de la industria de carne tienen en común organizaciones que cargan con la responsabilidad de facilitar la comercialización de la carne y que a menudo brindan mecanismos para mejorar la competitividad de los productos de sus países", concluyó el australiano.
Julio Pompei, director superintendente de la Agencia de Defensa Agropecuaria de San Pablo, Brasil, se refirió al caso del país vecino. Comentó que allí se triplicaron las exportaciones en seis años. Se venden afuera el 10 a 12 %.
Durante 2002 se exportó carne por valor de 1.063 millones de dólares. Esto sin contar lo ingresado por la exportación de los subproductos de la carne y productos con valor agregado. En su región, dos de cada tres hectáreas están destinadas a la ganadería, en un total de 2 millones de hectáreas utilizadas para la actividad.
Por todo esto, el sector ganadero reviste gran importancia económica y social para Brasil. Ocho millones de empleos están vinculados en forma directa al negocio.
"La cadena de la carne cuenta con una gran cantidad de eslabones, que van desde la investigación, la producción, los insumos, la industria, el comercio y los consumidores, no podemos discutir las políticas ganaderas solamente los productores, con nosotros mismos, es necesario integrar los demás elementos ya que es indiscutible que cualquier error en alguno de los eslabones repercute en la cadena", dijo Pompei.
Contó que en Brasil comenzaron a trabajar en este sentido, en solidificar la integración de la cadena. Para esto se conformó el Consejo Nacional de Ganadería de Corte, una forma de trabajar en forma consensuada y en busca de una estrategia. A partir de esto, los eslabones más fuertes, como la industria y el comercio, comenzaron a colaborar con los más débiles, la producción.



Luis Otero fue electo presidente de la entidad.
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