Año CXXXVI
 Nº 49.865
Rosario,
sábado  07 de
junio de 2003
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El milagro del Pacocha

Roger Cortina Alvarado, un oficial de marina peruana, llegó a la histórica ciudad croata de Dubrovnik para asistir el viernes a la beatificación papal de la monja Marija Petkovic, quien el 26 de agosto de 1988 le infundió milagrosamente la fuerza necesaria para salvar a su submarino, que se iba a pique. Fue gracias a este prodigio que la religiosa croata Marija Petkovic fue beatificada.
El joven oficial, que tenía bajo su mando a una veintena de marinos, aseguró que ese 26 de agosto fue a la vez el día más bello y dramático de su vida. Su submarino Pacocha llevaba casi 23 horas navegando con muchas dificultades cuando comenzó a hundirse. La escotilla que estaba abierta por la presión del agua, de "cinco toneladas" según él, no quería cerrarse.
"Estaba al borde de la desesperación. Nos veía a todos muertos", comentó tapándose la cara. "Ya no tenía aire y empecé a pensar con todas mis fuerzas en Marija Petkovic. De pronto vi una luz, sentí como subía por mí una fuerza inefable y pude cerrar la escotilla del submarino", agregó el oficial de marina, vestido con uniforme de gala blanco en el que lucía una condecoración.
El sacerdote al que el joven contó la historia mientras se confesaba dijo que se trataba de un "milagro" y que la monja merecía figurar entre los santos, de modo que hizo todas las gestiones necesarias ante el Vaticano, que concluyeron este viernes con la beatificación de la religiosa, abriéndole la puerta de la canonización.
"De niño conocía la historia de Marija Petkovic. Mi madre tenía un libro sobre ella y me leía cada noche algunas páginas antes de acostarme", recordó Cortina Alvarado.


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