"Acá el tema es que últimamente tenemos las líneas muy separadas y estamos dejando jugar mucho al rival. Tenemos que ser más agresivos cuando perdemos la pelota para complicar al adversario. A nosotros no nos deja jugar nadie. Bajamos el nivel y es lógico que en este tipo de instancias no se juegue tan bien. Tenemos que rescatar otras cosas. Estamos un poquito perdidos de la cabeza y hay que corregirlo". El monólogo de Horacio Carbonari atiende al principal objetivo de los canallas por estas horas: dejar de lado cierta inocencia y mantener los dientes apretados durante los 90 minutos sin dudar en tomar la mejor opción en el momento preciso. "Les digo siempre a los chicos que tenemos equipo para jugar de mitad de cancha hacia adelante porque nos defendemos con la pelota. Que se diviertan, que jueguen, que hagan lo que quieran con la pelota, pero a la hora de perderla tenemos que ser más malos, sobre todo en estas últimas seis fechas. No hablo de mala intención, pero si hay que meter una planchita hay que hacerlo. A nosotros nos matan a patadas. Te lo agarran al Chelito (Delgado), lo toman de atrás, lo manotean, lo escupen y nos hacen la vida imposible. En cambio, a los rivales los dejamos recibir, que se den vuelta. No es que me esté volviendo loco porque dentro de todo no estamos mal", siguió Petaco. "Es obvio que si perdemos con Independiente se nos va a complicar muchísimo: Está todo difícil. El sábado hay que salir a ganar sí o sí. Si nos meten 5 goles no me calienta. Hay que ganar porque jugamos de local y porque necesitamos los tres puntos. Tengo fe de que podamos derrotar a Independiente, todo depende de nosotros", agregó. "Hay que hacer pesar la localía. Que venga Guiñazú, o cualquiera de los habilidosos y debemos ponerles el pecho y matarlos a pelotazos. La idea va a ser esa: salir a apretarlos y meterlos en un arco", remató.
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