Alejandro Cachari / La Capital
No es de los que se suben al carro de los triunfadores. Más bien todo lo contrario. Pero aunque trate de minimizar su aporte, Alberto Luli Mancini es uno de los principales responsables de este momento de Guillermo Coria, flamante número uno de Argentina y top ten. "Estoy muy contento. Los resultados que se vienen dando con Guillermo son muy buenos. Después de las finales de Buenos Aires y Montecarlo por fin se nos dio en la tercera final juntos. Nuestro objetivo a corto o mediano plazo era Roland Garros. Si bien éramos conscientes de que podían aparecer resultados importantes antes de Francia, todo estaba apuntado al Grand Slam. Se dieron cosas muy grandes y más allá de que Roland Garros sigue siendo un objetivo muy importante, a la vuelta de esta gira habrá que replantearse las metas a corto, mediano o largo plazo. Las cosas se fueron dando muy rápido y cuando pasa eso hay que plantearse metas diferentes con rapidez para seguir sumando", confió el coach de Coria antes de abundar sobre las bondades tenísticas de su pupilo. "Tiene un tenis muy bueno, lleno de talento, puede hacer muchas cosas adentro de la cancha y siempre está latente la posibilidad de grandes resultados. Sus chances, estando tranquilo de la cabeza y pensando en un objetivo muy claro, son enormes. Puede dar sorpresas como las que dio", amplió el ex número 8 del mundo. -¿Qué cosas se modificaron desde enero hasta aquí para que se produjera el salto de calidad con el que siempre amagó Coria? -Tratamos de trabajar en todos los aspectos para mejorarlos y fortalecerlos. El ya es un gran jugador, la pauta te la da el hecho de que ya está entre los 10 mejores del mundo. En lo tenístico puede seguir incorporando cosas: mejorar su saque, su juego de ataque, su volea... En el aspecto físico tiene que trabajar muchísimo; ser más fuerte y más potente. Eso se logra laburando mucho, no de un día para el otro. En el aspecto mental y táctico hay que trabajar, pero ya adquirió una gran consistencia y solidez. Antes era un jugador de contragolpe y ataque y hoy tiene una gran regularidad. Sólo con ver las estadísticas de esta final te das cuenta: apenas cometió 10 errores no forzados en tres sets. Lo mismo pasó ante Gaudio y Philippoussis. Todo eso jugando a una gran velocidad. Eso lo convierte en un rival muy difícil de enfrentar. Creo que ahí está el gran cambio. Mentalmente está evolucionando y tácticamente está jugando bien. Está sólido como para no dejar de jugar ningún punto más allá de la dificultad que le imponga el adversario. -¿El físico puede influir al punto de no permitirle llegar en condiciones competitivas a un torneo de 2 semanas como Roland Garros? -Puede ser una posibilidad, pero también pasa por su cabeza. Cuando uno piensa que se va a cansar, se cansa. El tiene que convencerse de que más allá de que puede mejorar mucho está muy bien físicamente porque de otra manera no podría hacer lo que está haciendo. Ahora tendrá dos días de descanso total. Va a estar perfectamente a punto para jugar Roland Garros.
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