Opinión: Un buen video para repasar antes de Lanús

Alejandro Cachari / La Capital

La muestra parece exigua para establecer una proyección. Pero lo cierto es que Newell's bien podría montarse a su actitud del viernes a la noche en el Coloso para terminar modelando un buen torneo Clausura. Todavía está a tiempo. Está en carrera para pelear por la clasificación para la fase previa de la Copa Sudamericana. A esta altura de los acontecimientos, parece una zanahoria lo suficientemente importante como para entusiasmarse. Sobre todo si se toma en cuenta la primera parte del campeonato en que la irregularidad fue el principal atributo rojinegro.
Hasta aquí apenas podía consignarse un empate interesante con River, una actuación insólita con Independiente (Newell's se empató solo), un clásico desestabilizador y una muy pobre puesta en escena en la Bombonera.
La del viernes fue la mejor presentación leprosa del Clausura. Comparable con la gran victoria en Avellaneda del torneo anterior ante Racing. Quizás entre ambos partidos pueda encontrarse la mejor expresión futbolística de la era Veira. Pero aquello ya pasó y el presente es el que cuenta.
Parece ser que la tan mentada capacidad motivadora del Bambino encontró respuestas en el espíritu de sus futbolistas. Aún le falta una buena ración de fútbol para sazonar y consolidar su juego.
Es mucho más fácil así. Con un equipo predispuesto para sacrificarse en pos de un sistema de juego todo resulta más sencillo.
No se trata de encontrar un utilitario todo terreno que se adecue a todas las circunstancias porque a esta altura del Clausura es tarde. No hay margen para modificar. Sí existe el tiempo y la cantidad de partidos necesarios para moldear un muy buen Clausura. Hay 24 puntos por delante.
Sería exagerado exponer que Newell's ya está curado de su enfermedad apática; la que lo llevó a transformarse en un equipo soso, inexpresivo, aparentemente desinteresado de lo que pasaba a su alrededor. O lo que es peor tratándose un equipo dirigido por el Bambino: desmotivado.
Pero al menos ya conoce la medicina. Una pasadita por el video del viernes será suficiente para recordar cómo se debe desandar lo que queda del torneo. En las ganas de Manso fundamentalmente. Porque siempre parece el menos proclive a las demostraciones de entrega y despliegue. Es que eso no es lo suyo. Lo de Manso es otra cosa. Sin embargo, el viernes se acopló perfectamente al nivel de actitud que mostró el equipo para torcerle el brazo a un muy humilde San Lorenzo. Más carenciado desde las ambiciones que en lo futbolístico.
El sábado Newell's viajará al sur del Gran Buenos Aires para visitar a Lanús. Tendrá una muy buena oportunidad para demostrar que lo del viernes no fue una tormentita de verano, sino el punto de inflexión para acomodar los números de un torneo que hasta antes del viernes tenía sus cuentas en rojo y desde San Lorenzo empezó a emparejar el debe con el haber. Al final de la cuenta, el resultado debe dar Copa Sudamericana.