José M. Petunchi / La Capital
Desde su llegada a Newell's Walter Silvani nunca se caracterizó por ser el goleador que todos esperaban. Su mayor virtud fue jugar en función del equipo. La solidaridad que mostró el viernes ante San Lorenzo fue la misma que lo distinguió a lo largo del torneo, aún a riesgo de que eso jugara en contra de sus intereses. Tal vez por eso pudo bancarse la pesada mochila -mucho más para alguien que llegó como refuerzo y con el cartel de goleador- de haber convertido un solo gol en nueve partidos. Pero a fuerza de sacrificio, entrega, experiencia e inteligencia para moverse se fue ganando el apoyo y el respeto de los hinchas que lo aplaudieron a rabiar cuando debió abandonar la cancha en camilla por un rodillazo en el gemelo, que no le impediría jugar el fin de semana próximo ante Lanús. A todos esos atributos, el Cuqui le agregó ahora su presencia goleadora, uno de los motivos salientes por los que el Bambino Veira dio el okey para su llegada al Parque. Mojó contra Banfield por partida doble y ante los santos volvió a decir presente, porque si bien el tanto fue de penal tuvo el enorme mérito de haberlo buscado, luego de una pelota bárbara de Manso. "Estoy muy contento, porque el equipo jugó el mejor partido del campeonato ante un rival importante, hemos ganado y yo en lo personal he podido marcar así que estoy muy feliz. Salió todo redondo", argumentó el Cuqui a modo de balance con un dejo inconfundible de satisfacción sobre el buen triunfo ante un San Lorenzo desdibujado.
-¿Están alcanzando la regularidad que siempre buscaron?
-Puede ser. Creo que el equipo está más agresivo, presiona más arriba, recupera más rápido la pelota, hace bien los relevos y cuando la tenemos no la perdimos tan rápido como otras veces y además tuvimos muchas llegadas. Vi un equipo más solidario y ahí creo que estuvo la clave.
-¿Después de este buen triunfo se puede afirmar que ahora sí van por la Copa Sudamericana?
-Vamos a ver, venimos mejorando. Pero pienso lo mismo que dije durante la semana, hay que seguir sumando en cada partido y después ver para qué nos alcanza. Tampoco hay que decir ahora vamos por la Sudamericana o la Libertadores y después ante un tropiezo nos caemos de nuevo.
-¿Esto lo decís porque a principio de temporada se habían fijado el objetivo de la Libertadores y después lo tuvieron que replantear?
-La meta sigue siendo la misma, o parecida. El tema era pelear el campeonato y eso nos iba a llevar a jugar la Libertadores. Estuvimos hablando mucho sobre eso y después cuando no se dieron un par de resultados, cambiaron las expectativas y todo se nos cayó encima. Particularmente no pienso en la Libertadores ni en la Sudamericana, quiero sumar y después ver para qué estamos.
-¿Al margen de que siempre son tres puntos, esta victoria tiene un valor agregado desde le punto de vista emotivo por ser ante un grande?
-Seguro, porque no por desmerecer a nadie pero ganarle a Banfield o Chicago no tiene la misma repercusión que cuando le ganas a un grande como San Lorenzo y jugando bien, porque te fortalece mucho desde el aspecto anímico.
-Y además te vas ganando el respeto de los otros.
-Sí, también, pero nosotros no nos tenemos que confundir, hemos ganado un partido. Hay que disfrutarlo este fin de semana, pero después hay que meterse en Lanús, porque si no no sirve de nada haber ganado si nos caemos en el próximo encuentro.
-A propósito ahora se viene Lanús, otro rival difícil
-Sí, todos los partidos son difíciles, y con Lanús en su casa también lo será, ahora tenemos una semana para trabajar pensando en ese partido y en seguir sumando.
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