Bagdad/Kerbala/Teherán. - Mientras el administrador estadounidense en Irak -Jay Garner- anunció que tres norteamericanos serán responsables interinos de las tres regiones del país, los shiítas en Kerbala construyen una administración autónoma musulmana que sorprendió a Washington. Paralelamente, Irán y Francia llamaron a crear un gobierno propio de los iraquíes bajo supervisión de la ONU. El responsable de la administración interina en Irak, el general retirado Jay Garner, presentó ayer por primera vez en Bagdad sus planes para la etapa de transición en el país y anunció que los ministerios iraquíes podrían abrir sus puertas la semana próxima, con funcionarios locales. Según los planes de Garner, tres estadounidenses serán por el momento responsables de las tres regiones de Irak: norte, centro y sur. En este primer período, sólo habrá participación iraquí en la reanudación del trabajo en los ministerios, dijo. La región alrededor de la capital iraquí será dirigida por la embajadora estadounidense en Yemen, Barbara Bodine. El adjunto de Garner será el británico Tim Cross. A la pregunta de cuándo y cómo podrán elegir a su representante los iraquíes, Garner aseguró que es una decisión que compete a la población. "Partimos de la base de que las personas se acercarán a nosotros y nos dirán cuándo quieren hacerlo". En el sur del país esto ya sucedió en alguna medida, aseguró. Lo cierto es que en la ciudad santa de Kerbala, en el sur, tras la peregrinación de millones de shiítas que repudiaron al régimen de Saddam y a la ocupación aliada, los ayatolás están construyendo rápidamente una administración independiente. Un Consejo Administrador, con presencia de un líder espiritual shiíta gobierna en Kerbala, y la Escuela Religiosa dirige y vigila el funcionamiento de toda la administración. Policías vestidos de negro, con fusiles Kalashnikov, y acreditaciones garantizan la seguridad, confirmó la enviada del diario El País de Madrid. El Consejo designó un representante encargado de tratar con los estadounidenses, con quienes se llegó al acuerdo de que no haya ningún soldado en la ciudad. Fuentes diplomáticas están sorprendidas por el grado de organización que muestran los shiítas y reconocen que su estrategia post Saddam no contaba con semejante capacidad de movilización. En una conferencia de prensa conjunta realizada en Teherán, el canciller francés, Dominique De Villepin y su homólogo iraní, Kamal Jarrazi, subrayaron la necesidad de brindar, en una primera fase, ayuda humanitaria al pueblo iraquí, para preparar después el terreno para la formación de un gobierno autónomo democráticamente elegido. Ambas tareas deberán llevarse a cabo bajo la supervisión de la ONU, insistieron los cancilleres de los dos países. El ministro francés también instó a las fuerzas aliadas a garantizar la seguridad de Irak y dilucidar la cuestión de las armas de destrucción masiva, cuya supuesta presencia en suelo iraquí fue oficialmente el principal motivo de la guerra angloestadounidense contra el régimen de Saddam Hussein. (AFP, Reuters y DPA)
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