Buenos Aires.- Los estudios de ADN practicados a las manchas de sangre encontradas en la casa de María Marta García Belsunce en el country Carmel de Pilar, en octubre del año pasado, revelaron que corresponden a la víctima, a un hombre y a una mujer. Establecer la identidad de estos dos últimos, algo muy posible en relación a una prueba ya requerida, puede ser vital para que salga a la superficie la identidad de los asesinos. La pertenencia de las manchas hemáticas a un hombre y a otra mujer avalaría, tal como se esperaba, la hipótesis de que María Marta fue asesinada por dos personas y que pudo defenderse antes de recibir los balazos que la mataron. El fiscal del caso, Diego Molina Pico, recibió ayer a la tarde un informe preliminar con los resultados que confirmaron el patrón genético de las manchas, aunque aún no los incorporó a la causa, ya que la misma se encuentra en manos del juez de Garantías Diego Barroetaveña. Esto confirmaría de alguna manera la hipótesis que manejan los investigadores acerca de que los asesinos de María Marta serían un hombre y una mujer y que la víctima habría logrado defenderse antes de ser asesinada de seis balazos en la cabeza. Ahora los instructores judiciales pretenden comparar cuanto antes estos resultados con muestras de sangre de nueve personas, entre ellas del marido de la víctima Carlos Carrascosa y de otros familiares, amigos y vecinos de la víctima. Para encontrar a los dueños de los rastros, Molina Pico había solicitado extracciones de sangre para Carrascosa, los hermanos de la víctima Horacio García Belsunce (h), John e Irene Hurtig; el cuñado Guillermo Bártoli, la masajista Beatriz Michelini y los habitantes del country "Carmel" de Pilar Nora Taylor, Sergio y Viviana Binello y Nicolás Pachelo. Pero Molina Pico deberá esperar porque el juez Barroetaveña se tomará unas 48 horas para analizar el planteo que hizo la defensa de Carrascosa, pidiendo careos entre el imputado y testigos claves y exigiendo conocer el patrón genético de esas manchas hemáticas ante el temor, según se dijo, de que las pruebas puedan ser manipuladas para perjudicar al imputado. En tanto, la defensa de los implicados dio ayer nuevas muestras de desconfianza hacia los investigadores al aportar nuevos testigos a favor del detenido, a quienes previamente hizo declarar ante un escribano público. José Licinio Scelzi, abogado del viudo de María Marta García Belsunce, dijo que le insistió al juez de la causa la necesidad de la defensa de conocer el patrón genético de las manchas sanguíneas halladas en la escena del crimen antes de proceder a la extracción de sangre a Carrascosa y demás allegados y conocidos de la víctima. "Queremos saber con qué se lo va a comparar", explicaron Scelzi y Nardi. En los últimos días se presentaron ante la fiscalía de turno de Pilar diversos testigos que aseguran que Carrascosa no estuvo en el club house del Carmel Country Club la tarde que mataron a su esposa, tal como declararon otras tres personas en la causa. Los nuevos declarantes que avalan la coartada del viudo de María Marta -que asegura que esa tarde estuvo en la casa de su cuñado mirando un partido de fútbol- se sumaron a otros ocho que ya habían dicho en su momento que Carrascosa permaneció con Bártoli hasta minutos antes de encontrar a su esposa muerta. Al pedir el arresto del viudo, Molina Pico basó sus sospechas sobre la autoría del homicidio por parte de Carrascosa en los dichos de tres personas -la encargada del club house, una mucama y un mozo- que situaron al acusado en un lugar diferente al que dijo haber estado la tarde del 27 de octubre último, cuando mataban a su mujer de cinco balazos en la cabeza. Para la defensa, quienes aseguraron que Carrascosa no estuvo esa tarde en la casa de su cuñado Bártoli probablemente se "confundieron" de día u horario y no lo hicieron de mala fe. (Télam y DYN)
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