Washington. - El presidente George W. Bush se reunió ayer con su consejo de guerra y dijo a los estadounidenses que la única forma de limitar la duración y el alcance de los combates en Irak era el uso de una fuerza contundente. En el tercer día de guerra, Bush previno contra un exceso de confianza ante el aparente éxito de la misión y la escasa resistencia encontrada. "Una campaña en terreno difícil en un vasto país podría ser larga y más difícil de lo que algunos han predicho", dijo Bush en su mensaje semanal por radio transmitido mientras pasaba en Camp David el primer fin de semana de la guerra. Colaboradores de política exterior y seguridad, incluyendo la asesora de seguridad nacional Condoleezza Rice, el secretario de defensa Donald Rumsfeld, el director de la CIA George Tenet y el secretario de estado Colin Powell acompañaron al presidente en la residencia campestre, a unos 100 kilómetros de la Casa Blanca. La instalación, controlada por marines del ejército en las montañas Catoctin de Maryland, está equipada con sistemas de comunicación de alta tecnología que permiten al presidente seguir de cerca la guerra y otros acontecimientos mundiales. Bush salió de Washington el viernes en la tarde, mientras aviones estadounidenses y británicos lanzaban un gran ataque contra Bagdad. (Reuters)
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