Nueva York. - Cuando se trata de hacer dinero con una guerra en Irak pocos pueden igualar las posibilidades de la compañía que una vez fue dirigida por el actual vicepresidente de EEUU, Dick Cheney. Halliburton Co. (HAL.N), la segunda empresa del mundo de servicios para gigantes petroleros, con sede en Houston, puede construir carreteras y puentes, así como campamentos para las fuerzas militares estadounidenses. La compañía puede transportar personal y ofrecer otros servicios logísticos. Además, puede extinguir cualquier incendio que el presidente iraquí, Saddam Hussein, provoque en los pozos petroleros. Y, después de la guerra, Halliburton, asumiendo que haya una victoria estadounidense, puede ayudar a reconstruir la infraestructura y la producción de la actividad petrolera de Irak.
Aunque aún existe la pregunta de cuánto podría repuntar la acción de Halliburton con estos servicios, la división de ingeniería y construcción del grupo, KBR, "es básicamente un «cuerpo de ingenieros» para los militares estadounidenses", dijo Jim Wicklund, analista de Banc of America Securities. "La expectativa es que la infraestructura del ejército ocupante podría ser suministrada en buena parte por KBR", añadió.
Al mismo tiempo, el negocio de servicios para campos petroleros de Halliburton, probablemente proporcionaría la mayoría del equipamiento pesado para combatir los incendios que las fuerzas iraquíes podrían provocar en los pozos petroleros, como hicieron en Kuwait durante la Guerra del Golfo en 1991.
Con la eventual victoria de EEUU, Halliburton -que desarrolla campos petroleros y equipos para extracción de crudo en todo el mundo- tiene las conexiones y negocios para desempeñar un papel importante en la reconstrucción de Irak e incrementar la capacidad de producción de petróleo a los niveles antes de la Guerra del Golfo de 1991. "Tienen el negocio. Tienen ya establecida la relación con el gobierno, y como todos sabemos, Cheney fue el presidente ejecutivo, por lo tanto es bastante lógico", dijo Denis Walsh, analista de acciones que cubre el sector energético para la firma State Street Research and Management.
Sin comentarios
Una portavoz de Halliburton rehusó hacer especulaciones en cuanto a "qué puede o no puede pasar con respecto a Irak". La portavoz dijo que todas las preguntas deben remitirse al Departamento de Defensa de EEUU (DOD por sus siglas en inglés) y a la Agencia Estadounidense para Desarrollo Internacional, que dijeron ambas que aún no se han otorgado contratos para apagar incendios o para reconstruir la infraestructura iraquí.
Ninguna agencia informó si Halliburton ha participado en alguna licitación. Otras compañías que podrían participar en licitaciones para recibir contratos para apagar incendios son Boots & Coots International Well Control Inc. (WEL.A), Canada's Safety Boss Inc., la unidad Cudd Pressure Control de RPC Inc. (RES.N) y la unidad Wild Well Control Inc. de Superior Energy Services Inc. (SPN.N).
Algunas informaciones divulgadas previamente este mes indicaron que Halliburton ganó un contrato para supervisar las labores de extinción de incendios en los campos petroleros de Irak, pero eso no ha sido confirmado ni por la empresa ni por el DOD. "Nuestra información es que un marco de referencia para un contrato ya ha sido firmado", dijo Wicklund, quien tiene una calificación de "compra" pero no posee acciones.
En el tercer día de la campaña en Irak, las tropas aliadas lideradas por EEUU se movilizaron rápidamente el viernes para asegurar instalaciones petroleras vitales de Irak y apagar incendios en pozos de petróleo. EEUU ha prometido ocupar los grandes campos de Kirkuk en el norte y de Rumaila en el sur para proteger los recursos iraquíes del sabotaje y recuperar las exportaciones de crudo para los mercados regionales lo antes posible. Washington dice que el objetivo de la guerra que libra hace dos días no es capturar las vastas riquezas iraquíes.
Las fuerzas estadounidenses han avanzando en sus objetivos, capturando la península de Faw en el extremo sur de Irak y dejando las cruciales instalaciones petroleras en manos de los marines británicos. Un portavoz anunció a través de los altoparlantes de un portaaviones británico que las primeras unidades de marines habían tenido éxito en asegurar sus principales tres objetivos, una estación de medición de petróleo y dos terminales de oleoductos. Se cree que esas terminales son las de Mina al-Bakr y Khor al-Amaya, recientemente utilizadas por Bagdad para el contrabando.
Las exportaciones de Irak totalizan un millón de barriles por día (bpd) de crudo Basrah ligero desde Mina al-Bakr en el sur y unos 700.000 bpd desde la otra terminal a través de un oleoducto al puerto turco en el Mediterráneo de Ceyhan.
Las fuerzas británicas buscan tomar ahora la segunda ciudad iraquí, Basora, cercana al mayor campo petrolero del sur de Irak, en un intento por frustrar cualquier iniciativa de sabotaje por las fuerzas iraquíes, que incendiaron más de 700 pozos petroleros de Kuwait durante la Guerra del Golfo en 1991.
Constructores militares
Esta no sería la primera vez que Halliburton ha desempeñado un papel importante en una guerra estadounidense. Muchos años antes de que Cheney estuviera al mando de la empresa, una compañía antecesora construyó la estación naval y aérea de Corpus Christi y varios buques de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Además contribuyó en la construcción de la base aérea de Phan Rang Air Base en Vietnam en 1965. Más recientemente, después de la primera guerra del golfo Pérsico, Halliburton contribuyó a extinguir los incendios en los pozos petroleros y reparó edificios averiados en Kuwait. Además suministró servicios de alimentación, lavandería, transporte a las fuerzas estadounidenses de paz en Bosnia, Croacia y Hungría durante el conflicto de los Balcanes en la década de los 90.
Los cálculos de cuánto dinero Halliburton y otras empresas podrían obtener de los trabajos de restauración e infraestructura varían, pero el analista Michael Urban de Deutsche Bank dijo que podría ser un total de 3.000 millones de dólares. (Reuters)