Nueva York/Washington. — El presidente George W. Bush dio anoche 48 horas de plazo a Saddam Hussein y sus hijos para que escapen al exilio o enfrenten una invasión liderada por Estados Unidos. Irak ya había respondido por anticipado, rechazando de plano tal posibilidad.
"Saddam Hussein y sus hijos deben dejar Irak en 48 horas. Su negativa a hacerlo resultará en un conflicto militar, que comenzará en el momento de nuestra elección", dijo Bush en un mensaje dirigido desde la Casa Blanca.
Bush hizo el anuncio horas después que Estados Unidos y sus aliados anunciaron en las Naciones Unidas que los caminos diplomáticos se habían cerrado y retiraron el proyecto de resolución que se debatía hace semanas. El presidente norteamericano habló sólo 15 minutos. Fue claro y conciso, sin metáforas ni medias tintas.
Los esfuerzos para desarmar pacíficamente al régimen iraquí fracasaron una y otra vez porque no estamos lidiando con hombres pacíficos", arguyó Bush. "Información de inteligencia reunida por éste y otros gobiernos no deja dudas de que el régimen de Irak continúa en posesión de las armas más letales jamás creadas y sigue ocultándolas. Este régimen ya ha usado armas de exterminio contra los vecinos de Irak y contra su propia gente", agregó.
* "El Consejo de Seguridad no ha cumplido con sus responsabilidades, así que nosotros vamos a cumplir con las nuestras", anunció el presidente, "ésta no es una cuestión de autoridad, es una cuestión de voluntad", sentenció Bush, quien conminó a periodistas, inspectores de armas y otros extranjeros a abandonar Irak de manera "inmediata".
* "Estamos actuando porque los peligros de no actuar serían mucho mayores, en un año o en cinco", justificó Bush la inminente acción militar. En ese plazo, consideró, Irak podría golpear con armas químicas, biológicas o nucleares a Estados Unidos. "Si Saddam Hussein opta por la confrontación el pueblo estadounidense debe saber que se han tomado todas las medidas para evitar la guerra, y se tomarán todas para ganarla", dijo el presidente. "Si Saddam Hussein trata de aferrarse al poder, seguirá siendo un enemigo mortal hasta el final", agregó Bush, "él y grupos terroristas pueden tratar de realizar operaciones terroristas contra Estados Unidos y nuestros amigos, estos ataques no son inevitables". "No podemos vivir bajo la amenaza de un chantaje", subrayó, "la amenaza terrorista contra Estados Unidos y el mundo disminuirá el momento mismo en que Saddam sea desarmado".
* Bush también recordó a los civiles iraquíes que el ataque no sería contra ellos, pero que debían mantener una actitud no beligerante. Aseguró que llevarían alimentos cuanto antes y que Irak sería en el futuro "próspero y libre" y no habría "más cámaras de tortura ni dictadores".
* "Es muy tarde para que Saddam se quede en el poder, pero no es tarde para que las fuerzas armadas iraquíes actúen honorablemente y dejen de entrar pacíficamente a las fuerzas aliadas". Bush advirtió a las tropas iraquíes que no opongan resistencia a las fuerzas estadounidenses, no destruyan los campos petrolíferos y no ordenen el uso de armas de destrucción masiva. "No traten de luchar por un régimen moribundo", dijo el presidente. También les advirtió que cualquier uso de armas prohibidas los llevará ante un tribunal militar. "Alegar que se cumplían órdenes no servirá de nada", les dijo.
* La réplica iraquí había llegado por anticipado. El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Nayi Sabri, rechazó el ultimátum de EEUU para que Saddam Hussein se exilie para evitar la guerra y lamentó la decisión de la ONU de sacar a sus trabajadores de Irak. "La única opción es el abandono del belicista número uno en el mundo, el fracasado presidente de EEUU, Bush, que ha hecho de su país un chiste", dijo Sabri. Agregó que "cualquier niño en Irak se da cuenta de que el ultimátum de Bush a Saddam Hussein" no es el camino para resolver la crisis.
* Horas antes del discurso de Bush, el secretario de Estado, Colin Powell, dijo que la hora de la diplomacia había expirado. "No puedo pensar en nada que pueda hacer Saddam Hussein diplomáticamente. Esa hora ya ha pasado. Tuvo su oportunidad. Tuvo muchas oportunidades en los últimos 12 años y desperdició cada una de esas oportunidades".
Sondeos de opinión muestran que Bush, que ha apostado su presidencia a la guerra, mantiene un sólido respaldo entre los votantes estadounidenses.
* Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, y el jefe del gobierno español, José María Aznar, acordaron el domingo dar un día más a la diplomacia con la esperanza de ganar la mayoría de los votos en el Consejo de Seguridad, pero abandonaron el intento rápidamente. Bush habló ayer con Blair y Aznar y tomaron la decisión de poner fin a las conversaciones en la ONU porque era obvio que no lograrían la mayoría que necesitaban para que se apruebe el uso de la fuerza militar contra Irak.
* El embajador británico ante la ONU, Jeremy Greenstock, hablando en nombre de Estados Unidos, Gran Bretaña y España, culpó a Francia de la decisión de suspender la vía diplomática, al alegar que los franceses habían dejado claro que vetarían cualquier resolución que autorizara el uso de la fuerza contra Irak. El embajador francés, Jean-Marc de la Sabliere, rechazó la acusación de que su país era el responsable del estancamiento, al decir que era evidente que Washington no recibiría la mayoría de nueve votos en el Consejo de Seguridad. "La mayoría del Consejo sigue opuesto a una resolución que autorice el uso de la fuerza. De hecho, Estados Unidos sólo recibió garantías de respaldo de tres miembros del Consejo de Seguridad de 15 naciones: Gran Bretaña, España y Bulgaria".
* América latina tuvo un rol importante en el drama diplomático del Consejo. México y Chile, los dos miembros latinoamericanos del Consejo de Seguridad, se negaron a dar su voto a la resolución que impulsaban Washington, Londres y Madrid, que intentaba dar legitimidad a la guerra por parte de la comunidad internacional. Luego de semanas de titubeos, ambas naciones se decantaron por seguir la opinión de sus respectivas sociedades, masivamente contrarias a la guerra contra Irak.
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La Ciudad
