Nueva York y Londres. - Los mercados mundiales abandonaron ayer el escenario prebélico y acusaron recibo del anuncio de Estados Unidos sobre la cuenta regresiva para un ataque a Irak con una escalada en sus indicadores en un promedio del 3 por ciento. La esperanza de que la guerra sea de corta duración impulsó al alza por cuarto día consecutivo los índices bursátiles de Wall Street, que registran así su mayor ganancia desde noviembre. Por una cuestión horaria, las bolsas asiáticas fueron las únicas que no pudieron subirse a la ola alcista, ya que el retiro de la propuesta estadounidense del Consejo de Seguridad de la ONU tuvo lugar después del cierre de esos mercados. En tanto, el petróleo hizo el recorrido inverso a los mercados estadounidenses y europeos: los precios bajaron pese a la inminencia del conflicto armado, debido al pronóstico de que el conflicto será corto y causará sólo un daño menor al flujo del crudo de Oriente Medio. La posibilidad de que Estados Unidos libere petróleo de sus enormes inventarios de emergencia, de 600 millones de barriles, también presionó los precios a la baja, después de que iniciaran el día con fuertes alzas por la fiebre de guerra. Las cotizaciones el petróleo, tanto Brent como WTI, experimentaron un retroceso de entre el 6 y el 7% respecto de los niveles del viernes. Mientras el Dow Jones mostró una suba del 3,58% y el Nasdaq trepó en el orden del 3,83%, las bolsas europeas cerraron entre la franja alcista del 2,64 por ciento del indicador en Milán y del 4,52 en Amsterdam, la mayoría con ganancias del 3,83%. Los mercados habían comenzado a operar en baja, pero revirtieron inmediatamente la tendencia después conocerse que Gran Bretaña, Estados Unidos y España retiraban su proyecto de resolución sobre el desarme de Irak y abrían la puerta a un ataque militar en caso contrario. Al ver terminada las incertidumbres geopolíticas, que tenían paralizadas desde hace varios meses las decisiones de las empresas estadounidenses y deprimidos los mercados, los inversores se volcaron a las compras masivas, provocando la disparada de los indicadores bursátiles. "Todos están convencidos de que una guerra contra Irak se ganará rápidamente", comentó Gil Knight, administrador de fondos de Allied Investment Advisors, en tanto que el director de inversiones de First Albany, Hugh Johnson, sostuvo: "Los inversionistas ven finalmente luz al final del túnel", además de pronosticar un alza del precio de las acciones y una baja del petróleo. "La reacción de todos los mercados financieros muestra que los inversores esperan en general una guerra rápida en Irak, aunque yo esperaba personalmente que los precios subieran por la inminencia de la guerra", explicó Bill O'Grady, analista de la casa AG Edwards. La incertidumbre en torno a la crisis iraquí que ensombreció Wall Street los meses pasados se evaporó en cuanto los planes de guerra se hicieron más firmes. (Reuters y AFP)
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