Si una desaparecida publicación deportiva fuera editada hoy quizás pondría que Central fue el ganador moral del partido ante Racing. Y así lo sintieron los hinchas y jugadores, quienes se despidieron ruidosamente del Cilindro cuando Madorrán terminó el encuentro. Claro que esa tabla es sinónimo de merecimiento. Pero el merecer no tiene valor matemático, por lo tanto es tan subjetivo como virtual. Y al equipo de Arroyito lo único que le importa es lo real. Los puntos. Y por eso de cada batalla tiene la obligación de sacar conclusiones para mejorar. Porque puede y debe hacerlo. Más aún luego de que ayer en Avellaneda cometiera errores que significaron sinsabores. Y goles.
Central sigue teniendo un lado flaco. El izquierdo. La inclusión de Talamonti en la zona de volantes para cubrir las subidas de Papa no fue efectiva.
El Oveja esta vez no cumplió
El Oveja se perdió en el sector y esta vez no pudo responder a las necesidades del técnico. Y no constituye un reproche para el jugador.
Sí lo es en el caso de Emiliano Papa, porque el lateral izquierdo reiteró las falencias del último partido frente a Olimpo, eligiendo indebidamente los momentos para pasar al ataque y desordenándose tanto que no pudo ejercer con eficiencia la marca por su costado. Es que a veces aparece como desconcentrado y sin el temperamento necesario para afrontar los distintos desafíos que presenta el juego.
Carbonari, en tanto, más allá de su experiencia y jerarquía, padeció ayer más que nunca su falta de ritmo futbolístico, que se hizo notorio por la velocidad de los volantes y atacantes albicelestes, y que se agravó por la necesidad de tener que cruzar hacia los costados para cubrir los espacios de Ferrari y Papa.
El equilibrio de la ofensiva
No obstante estos inconvenientes en el debe -algunos lógicos en el contexto del juego-, Rosario Central cuenta en el haber un poder ofensivo que mete cuidado a todos los rivales de turno, como ayer lo sufrióRacing, porque elChelito Delgado y Figueroa son los goleadores del torneo Clausura con cuatro conversiones cada uno, un dato por demás significativo.
Esta contundencia representa un interesante handicap para los canallas de cara a los compromisos venideros, ya que no es fácil integrar un ataque con dos delanteros tan efectivos como el Chelo y el Lucho.
Por lo dicho, el técnico Miguel Angel Russo tendrá que seguir metiendo mano en su equipo para rectificar funciones y ratificar desempeños, más aún cuando el sábado será un día de clásico, el partido sin dudas más importante de la ciudad.