| En muchas ocasiones, y como consecuencia del acostumbramiento provocado por la constante exposición a las noticias de su existencia, pareciera que la gente olvidara a la enfermedad que proyectó su sombra sobre las dos últimas décadas del siglo veinte. El sida, ese moderno flagelo, se ha convertido en un compañero cotidiano de todos. Y su presencia no sólo costó muchas vidas, sino que ha obligado a la modificación de hábitos y conductas. Donde existía la libertad, súbitamente se instaló el miedo. Ello, claro está, dentro de las sociedades cuyo nivel material e informativo les permite enfrentar a la peste con las herramientas mínimas que garanticen la profilaxis. En Africa -continente signado por la miseria, las guerras civiles, el hambre y el analfabetismo- los estragos que causa el sida son incontables. Por esas razones, siempre vinculadas con el dolor de los hombres, es que cualquier avance científico que permita combatirlo es recibido con esperanzas. |
| | En 1929 fue la llamada "Masacre de San Valentín". |
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De 1929 - Masacre de San Valentín. Asesinos a sueldo disfrazados como policías y pagados por el gángster ítalo-estadounidense Al Capone acribillaron a balazos en un garaje de Chicago a los principales soldados de la banda de Bug Morán, archienemigo de Capone en la venta clandestina de alcohol, explotación de juego y prostitución. |