| | cartas Coca en el barrio
| En el barrio en el que vive Coca hace mucho calor y se respira un olor nauseabundo. El viento arrastra tierra y el "aroma" del mercado de frutas. La alta temperatura calienta el agua "servida" de las zanjas, de las calles de tierra y la que circula al borde de los cordones del pavimento. Dos líneas de colectivos entran al barrio: la B y el 202. Ambos brindan un mal servicio, coches sucios y choferes groseros e insolentes, en su mayoría. Sólo hay un teléfono público, una escuela (Gabriela Mistral), un club (Centro Asturiano) y pocos comercios. Este es un barrio típicamente obrero; este es "el otro Fisherton", encajonado entre un mercado de frutas y el country del Jockey Club. Esta es una zona castigada, además, por los desbordes del arroyo Ludueña. Aquí, en esta porción de suelo marginal al centro de Rosario, a 13 kilómetros, es donde Coca, al igual que sus vecinos, trata de organizar como puede la vida de su familia: es febrero de 1979. Pasaron 20 años, pero pese al tiempo transcurrido el barrio no cambió tanto. Coca ya se mudó aunque las "broncas" que allí pasó no podrá sacárselas jamás. Es mentira que "todo tiempo pasado fue mejor"; esto es verdad sólo si el presente es más desastroso y dependerá, también, de lo que se ponga en la balanza a la hora de evaluar. El "bolsillo" de la clase media fue empeorando hasta hoy, de aquí es que se deduzca que hace 20 años se estaba algo mejor: claro, pero de "guita". Aunque la realidad real fue otra: se vivía casi igual de mal, los sueldos eran también bajos y encima gobernaban los militares, con todo lo que esto significó negativamente para la mayoría de argentinos. Entonces, el tiempo pasado, ¿de qué argentinos fue mejor? ¿Alguien puede contestarlo? Daniel Marocco
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