| A menudo la población olvida algunas previsiones elementales con las variaciones del clima y, consecuentemente, se sorprende cuando sufre alguna afección, sea esta una mínima alteración de presión arterial o alguna seria complicación que obligue a la internación hospitalaria. Precisamente, en estos días, el verano ha comenzado a impactar con temperaturas extremas y no hay familia que no haya tenido a un integrante al menos con síntomas preocupantes. Generalmente son niños y abuelos, a raíz de que poseen menores defensas. Y entre los más frecuentes se encuentran la deshidratación y la lipotimia. Los signos de deshidratación son el vómito, el mareo y la diarrea, y para evitarlos se requiere beber al menos dos litros de agua al día; mientras que la lipotimia -un desmayo leve- se manifiesta por una sensación de vértigo, debilidad, palidez, y para la misma los médicos recomiendan refrescar la cara con agua fría y aflojar la ropa. |