"Vení a correr con nosotros Lorenzo, mirá la panza que tenés". El grito de Federico Lagorio retumbó en Camet y las cabezas giraron inmediatamente hacia la derecha mientras cumplían la rutina impuesta por Alfredo Weber.
En un rincón, charlando con el Bambino Veira, que no paraba de firmar autógrafos, el ex marcador central de la selección nacional Néstor Gabriel Lorenzo levantó tímidamente su mano para saludar.
Cuando el profe mandó a los jugadores a elongar, el primero que se acercó al ex de Boca, San Lorenzo y Banfield entre otros fue Oscar Passet, que recibió un piropo de su ex compañero.
"¡Flaco, qué bien que estás! El abrazo del número uno de Newell's se mezcló con el del Pájaro Domizi, quien también saludó efusivamente a Lorenzo. Después llegó Carucha.
Desde lejos, en pleno trabajo, Esteban Pogany hizo lo propio con el ex futbolista al que los años le marcaron a fuego los contornos. El rostro es el mismo, pero el cuerpo adquirió al menos unos 20 kilos más que cuando jugaba.
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La Ciudad
