Juárez es un agradecido de todos aquellos que lo ayudaron con el tratamiento que debió realizarse. Nombra a políticos y a seres anónimos que le dieron una mano. Y ahora, él quiere devolver tanta reciprocidad. "Entreno gente que quiere mejorar su calidad de vida en el parque 9 de Julio de Tucumán. La mitad me paga y la otra no. Cuando yo necesito algo todos están. Entonces, el que no tiene, ¿por qué lo voy a dejar de lado si él también necesita estar bien?". El tucumano considera que su enfermedad y su trayectoria en el atletismo le dieron la sabiduría necesaria para proyectarla hacia los demás. "Hoy vivo de esto y para esto. Porque entreno gente y he adquirido conocimientos a todo nivel: en medicina, kinesiología y nutrición. Puedo mejorar la calidad de vida de cualquier persona que tenga un problema". Y lanzó una sentencia que pretende darle fuerzas a los que padecen de cáncer: "A toda aquella gente con este tipo de problemas le digo que no baje los brazos. Que es un obstáculo y que hay que sobreponerse. Sólo Dios decide cuándo se nos va a acabar la vida, pero mientras tanto nos da la vida para que la disfrutemos. Y el deporte es el que nos da calidad de vida".
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