Poco antes de que fuera liberado Antonio Echarri, su hijo Pablo hizo un dramático llamado a los medios de prensa para que tendieran "un manto de silencio y piedad" en torno al caso, a la policía para que despejara la zona y a los secuestradores para que soltaran con vida a su padre. Anoche, Pablo y toda su familia celebraron en la terraza de su casa la buena noticia, mientras la gente se agolpaba en la puerta de su vivienda de Villa Domínico, en Avellaneda, a la espera de la llegada de Antonio, quien había sido llevado hasta la delegación de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad de Quilmes, en Bernal, para los trámites policiales de rigor. "Gracias, chicos, por lo que hicieron. Terminó la pesadilla", le dijo el padre de Pablo a los policías cuando los vio aparecer, dijeron las fuentes, quienes precisaron que Antonio estaba "decaído, pero en buen estado de salud". Apenas fue liberado, Antonio se comunicó por teléfono con su casa en Villa Domínico y habló con su mujer, Telva, y sus hijos. "Antonio está bien", alcanzó a decir Telva en diálogo con una radio porteña, mientras su hijo pedía que "liberaran" la entrada de la finca. Y momentos después pudo verse a Pablo; su novia, la actriz Nancy Duplaá; su hermana, Roxana; su madre y sus allegados saltando con un alborozo sin límites en la terraza de la casa de Pico 911, de Domínico, mientras la gente los acompañaba desde la puerta con la misma algarabía. La liberación de Antonio se concretó apenas una hora después de que, en un pedido desgarrador, Pablo rompiera el mutismo que mantuvo durante una semana para clamar públicamente que los medios de prensa pusieran "un manto de silencio y piedad" y rogar a la Policía que despejara la calle para que liberan a su padre "con vida". Visiblemente conmocionado, y tras pedir silencio innumerables veces, el joven actor -que lucía demacrado, contrariado y con rastros de un profundo agotamiento- apareció junto a su hermana, Roxana, en la puerta de su casa familiar para clamar por la vida de su padre. "Por mi familia, por mí y sobre todo por la vida de mi papá, les pido a los medios de prensa poner a este tema un manto de silencio y piedad; y a la policía, por favor, que salgan de la calle y liberen el camino", dijo. El joven sostuvo que esos dos puntos son "indispensables" para que "liberen a mi papá con vida". "Por favor, gracias", añadió el joven. Y cuando la voz ya se le quebraba, ingresó raudamente a su casa. Es que los secuestradores se habrían comunicado anteanoche con Echarri para decirle que hiciera despejar la Capital Federal como condición para liberar a su padre, ya que -a raíz de los distintos procedimientos- no sería fácil para los captores "soltar" al secuestrado. "Quedate tranquilo, mañana te lo liberamos, y encargate de que la Policía abandone la Capital", le habrían dicho anteanoche, a las 20.30, según indicaron fuentes del caso. (DyN)
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