El largo período de inactividad que sufrieron Los Pumas desde el test con Sudáfrica tuvo al menos un costado positivo. En estos 4 meses los entrenadores argentinos pudieron evaluar con profundidad las actuaciones anteriores, asimilaron y difundieron los aspectos a mejorar, estudiaron los rivales a enfrentar en esta etapa del año y proyectaron con cautela las perspectivas de futuro. -¿Estos partidos serán fundamentales porque Los Pumas enfrentarán a dos rivales que estarán en la misma zona del Mundial, no? -Indudablemente es un desafío muy grande, que puede tanto motivarnos mucho más para el año que viene, como también puede ser un punto de inflexión que nos tire para atrás. -Durante este año, Los Pumas evidenciaron contra Francia un gran avance en la generación de movimientos ofensivos, contra Inglaterra todo se volvió una gran duda y contra Sudáfrica se demostró que estamos lejos de las grandes potencias. ¿En qué punto están Los Pumas hoy? -La realidad es un término medio. Nosotros estamos en condiciones de hacer "un" gran partido, pero no de jugar, como pasó en la primera parte del año, tres partidos de gran exigencia en menos de un mes. Lamentablemente no tenemos la concentración y la regularidad como para mantener el nivel de juego. -Ha quedado demostrado que Los Pumas tienen que tener una concentración del 100% para competir en el primer nivel internacional. Ese aspecto que es tan difícil de definir y de mensurar, ¿cómo se trabaja en este nivel? -Es muy difícil. Sería más fácil si Argentina tuviera una competencia estable. Todos los rivales contra los que jugamos tienen una competencia de muy alto nivel a lo largo del año y eso les sirve para mantener la concentración al máximo. Lo que necesitaríamos es que nuestro país tuviera una continuidad de competencia como equipo, como si fuera en un Super 12 o el Tri Nations, como se está hablando. Recién entonces vamos a poder mantener el desarrollo de la concentración por más tiempo. -En un rugby argentino polémico y discutidor por naturaleza, Loffreda y vos no sufrieron grandes críticas, ¿cómo lo lograron? -Vamos a esperar el último año. Porque en los últimos dos Mundiales los entrenadores fueron cambiados entre 3 y 4 meses antes de la Copa. -¿Le tenés miedo a eso? -No, pero es muy difícil que todo el mundo esté de acuerdo. Nosotros hemos sido respetuosos con todos porque creemos que todo aporta y todo suma en el rugby argentino. Entonces, de alguna manera, el resto está respondiendo a este tipo de gestos. -¿Tienen recambio estos Pumas? -Una parte de ese recambio la estamos buscando en esta etapa. Y ya hay una base creada que permitirá un recambio importante después del Mundial. En algunos puestos será más complicado que en otros, pero difícilmente haya un recambio masivo antes de la Copa.
| |