El objetivo final del ciclo Loffreda-Baetti es el Mundial del próximo año. Ellos saben que la empresa no se presenta nada fácil. Los rivales de la primera ronda, las decisiones políticas conspirativas de los británicos y el contundente 5º puesto de Gales son algunos obstáculos de fuste que condicionan y complican de alguna manera las posibilidades del equipo argentino, ya que compartirá zona con los difíciles Australia, Irlanda, y Namibia. -¿Ya se piensa en el Mundial? -Estamos empezando a pensar, pero no a fondo. Ya estuvimos hablando mucho con Marcelo (Loffreda) y creo que en esta gira vamos a terminar de diagramar el calendario, las fechas y el lugar de las concentraciones previas. Además hay un tema que nos preocupa mucho y es que los jugadores tengan vacaciones para que después vayan a entrenar. Seguramente viajaremos a lo sumo 10 días antes a Australia porque más tiempo sería contraproducente. -¿Ya digeriste la zona que les tocó en el Mundial? -Lamentablemente los países de Europa, principalmente Inglaterra, manejan las cosas a su antojo. Nosotros nos enteramos de la zona por un periodista hace 2 años en Bordeaux. Cuando fuimos a una concentración, él nos dijo cómo iban a ser las zonas del Mundial mucho antes de los sorteos. Y eso tenía que ver exclusivamente con que Escocia, Irlanda y Gales no jueguen dos en la misma zona. -¿Hasta cuándo Los Pumas deben seguir ganando prestigio en la cancha para tener peso en las decisiones de la política internacional? -También es importante tener una buena dirigencia. Las dos cosas van ligadas. El hecho de tener buenos resultados hace que los dirigentes puedan trabajar mejor, pero si los dirigentes no hacen bien su tarea se torna muy difícil. Lamentablemente no siempre estas dos tareas, la dirigencial y la deportiva, logran éxitos al mismo tiempo. -¿Sabés que vas a sufrir mucho el quinto puesto de Gales? Te van a pedir un pasito más. -Eso lo sabemos. Para nosotros será fundamental lograr pasar la primera ronda. Creo que Argentina en ninguno de los Mundiales tuvo una zona tan difícil. Pero no vamos a achicarnos por eso, y vamos a seguir adelante con todo lo que tenemos planificado. -Como jugador te destacaste y fuiste un exitoso tanto en tu club como en Los Pumas. Como entrenador lograste en tu club el título de la Urba en las tres categorías superiores y llegaste muy joven al seleccionado en una etapa de franco crecimiento. ¿Qué sueño te queda por cumplir en el rugby? -Realmente he tenido muchas satisfacciones. Lo importante sería poder coronar esta tarea que tenemos al frente del seleccionado con un buen resultado en el Mundial. Y otra cuestión pendiente sería ayudar a mi club, Atlético del Rosario, a que nuevamente vuelva a estar en los planos más altos del rugby nacional como estuvo en los últimos 6 años. Seguramente no dependerá de mí sólo, pero quiero colaborar para llevar eso adelante.
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