Montevideo. - El presidente cubano Fidel Castro expresó confianza en Lula da Silva para dirigir el destino de Brasil, en tanto que el venezolano Hugo Chávez aseguró que sus adversarios tratarían de evocar la formación de un "eje del mal" entre los tres países latinoamericanos. La victoria de Lula causa gran expectativa en la izquierda continental; en Bolivia, organizaciones indígenas y de la izquierda campesina saludaron el triunfo del "tornero" Lula. Chávez, que está lidiando con una férrea oposición civil y militar, rechazó acusaciones de inspirarse en el modelo castrista y dijo que sus adversarios "están agarrando esas cosas del aire y ahora la están agarrando con Lula". "Ahora ya no es con Fidel, sino con Chávez para tratar de perjudicar a Lula, y que (según la oposición) vamos a conformar el eje del mal. No, (es) el eje del bien, de los pueblos", replicó. Castro afirmó que Lula "es un hombre bien preparado para ser presidente. Tenemos amistad y admiro su perseverancia", añadió el dirigente de la isla comunista ayer por la noche. En Bolivia, el diputado socialista y líder de los indios cocaleros, Evo Morales, expresó "alegría (por) que un tornero sea presidente de las mayorías de ese país". Según Morales, el categórico triunfo de Lula "es el resultado de las malas políticas económicas" dictadas por el Banco Mundial y el FMI. El líder campesino boliviano Felipe Quispe invocó por la mañana a las deidades andinas para que "bendigan el triunfo cantado" de Lula. "Que la "Pachamama" (madre tierra en lengua nativa) y "Tata Inti" (padre sol) y otros manes (de la telúrica andina) bendigan el triunfo del compañero Lula", declaró el jerarca de los indios aymaras y quechuas. Ayer, los presidentes de México y Brasil, Vicente Fox y Ricardo Lagos, aseguraron que el triunfador de las elecciones en Brasil será recibido "con los brazos abiertos. Lo recibiremos con los brazos abiertos", señalaron ambos mandatarios, según un comunicado emitido por Fox y Lagos tras un encuentro que sostuvieron en el marco de la X Cumbre de la APEC en Los Cabos (México). (AFP)
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