Año CXXXV
 Nº 49.645
Rosario,
lunes  28 de
octubre de 2002
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La comisión canalla se reúne hoy para tomar decisiones

Sergio Faletto / La Capital

Si lo ven al futuro de Central díganle que no venga. Porque muchos le temen. Y prefieren refugiarse en una esperanza en la que cada día queda menos espacio. En el que la contundencia de los hechos hace sobrar a las palabras. Por eso quizás el silencio de varios dirigentes cuando ayer se encontraron con rostros adustos en la zona de vestuarios después de la derrota frente a Independiente. Cónclave providencial surcado por la incertidumbre, la indecisión y la ambigüedad.
Está claro que entre ellos ya no hay una uniformidad de criterio. Más cuando desde Rosario, a la distancia y en disonancia con esa imagen en Avellaneda, el presidente canalla al ser consultado por OVACION desde Buenos Aires no ocultó su fastidio por el presente y adelantó que hoy se reunirá con sus pares para decidir los pasos a seguir.
En contraposición con este contexto, César Luis Menotti fue claro en su mensaje cuando a la salida del estadio rojo respondió a la pregunta de cómo sigue esto: "Entrenando, acá nada cambió" (ver página 6). Y ante la consulta de si la racha de ocho partidos sin triunfos condicionaba su continuidad, fue tajante: "Hay cosas sobre las que no voy a responder, porque no se trata de dos partidos más o menos. Podés ganar los dos que vienen y perder los otros dos y estamos en lo mismo".
En el transcurrir de las imágenes y expresiones quedó la gente, los casi mil canallas que alentaron a rabiar a pesar de la inferioridad numérica con la multitud roja, claro que con la concreción del tercer gol de los locales la lluvia empapó el hilo de ilusión que los movilizaba y todo se transformó en quietud. Y en el más notable de los silencios. Una mudez que presagia y apura. Porque el peor de los castigos en estos casos es la indiferencia.
Todo hace suponer que la semana arrojará límites de tolerancia. Los dirigentes deberán asumir una actitud difícil porque requiere de valentía, tanto para respaldar al cuerpo técnico del legendario Menotti como para sentarse frente él y decirle realmente lo que piensan.
Porque tiene razón el que dijo anoche que el equipo no jugó mal y que tuvo chances de vulnerar al casi seguro campeón.
Pero también la tiene el otro que aseguró: "Tal vez jugamos como nunca, pero perdimos como siempre. Y al descenso ya lo tenemos en el espejo retrovisor". El tiempo sigue desmejorando en Arroyito. Existen dos caminos muy claros. El de avanzar confiando que el frente de tormenta cesará en breve. O apelar a alguna de las salidas de emergencia que ya están ubicadas en el consciente colectivo del gobierno. Una de las cuales conduce a reeditar viejas épocas. Y la otra a una etapa sustentada en el avance progresivo, en el paso a paso.
Pero por ahora, mientras se define el rumbo, lo más conveniente es avisarle al futuro que no venga.


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