En su extenso currículum no sólo se puede incluir su carrera como jugador y técnico, sino también su incursión en los medios de comunicación como columnista en programas deportivos. Algo que le permitió conocer más de cerca y a fondo el periodismo. Por eso cuando la pregunta recae sobre si realmente los medios pueden inducir al despido de un técnico o son los resultados los que ofician de detonante, el Bambino no titubea para disparar la respuesta. "Sin dudas son los resultados", dice con firmeza. Y enseguida completa: "Creo que se está corriendo con un vértigo impresionante, pero sin dudas son los resultados. No creo que la prensa sea la responsable. Cuando no se dan aparece la ansiedad de la gente y ahí empieza la confusión. Es en ese momento cuando el entrenador debe tener la tranquilidad para equilibrar todo. Lo importante es que el martes el jugador no debe estar confundido, el técnico lo debe sacar de eso en la charla. Yo siempre defiendo al futbolista".
-¿Por qué creés que un entrenador cuando se va culpa a la prensa?
-Yo digo que la prensa cuando te critica sanamente es bueno, pero en una de esas hay alguna dura que te puede lastimar. Eso es lo que le duele al jugador.
-Parece que vos estás más allá de las críticas.
-Lo que sucede es que uno tiene muchos años en esto. Lógicamente no hay que mentirle al jugador ni al hincha, siempre hay que decirles la verdad. Que está en un buen momento, en uno malo o regular. Son los picos que les agarran a los planteles.
-Vos anteriormente mencionaste la palabra mentira, ¿hay mucho de eso dentro del fútbol?
-Nosotros nos manejamos con la verdad, no tratamos de engañar a nadie. El que miente, a corto plazo se le da vuelta todo.
-Seguramente siempre trazás una línea que no dejás traspasar cuando te relacionás con los hinchas.
-Creo que el club que me contrata cuando me voy dice "se fue un gran profesional". Se da cuenta de que uno no viene a pasear sino a hacer bien las cosas. Yo vengo a tratar de que Newell's funcione bien y que la hinchada esté conforme. Esa es mi idea.
-La pregunta surge porque hace algunas semanas hubo reuniones de barras con el plantel, y se dijo que habían venido a apoyarlos pero en realidad había sido un apriete. ¿Permitirías algo así o cuidás a los jugadores?
-Siempre cuido al jugador. Hay que protegerlo, no hay otra alternativa porque el domingo deben salir a la cancha para darle una alegría a la gente.
-Ocurrió recientemente en Newell's, y llamativamente también en el Central de Menotti, eso de ordenar prácticas a puertas cerradas, ¿utilizás este recurso?
-Se justifica cuando es imprescindible que el futbolista conserve la concentración para trabajar con la estrategia. Muchas veces uno no hace entrar a la prensa, pero no por misterio sino para que el jugador esté más compenetrado en lo que tiene que hacer en el partido.
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La Ciudad
