En la medianoche del lunes ya era un hecho que Héctor Rodolfo Veira sería el técnico de Newell's Old Boys. Si bien restaban limar algunos detalles, el acuerdo estaba en un 99%. El 1% se terminó de abrochar poco después de las 14.30 de ayer en las oficinas del presidente rojinegro Eduardo López. De allí a su presentación oficial en el Coloso sólo mediaron unos pocos minutos y si algo dejó en claro el Bambino en su primer día de trabajo es que la felicidad lo invadía. Volvió a dirigir después de mucho tiempo y reflotó las expectativas de un equipo devaluado por la debacle de la era Zamora que finalizó un día antes. Poco después de las 20 del lunes, Zamora renunciaba a la conducción técnica del equipo, tal como era previsible si no le ganaba a Lanús. Y cuatro horas y pico después Newell's ya tenía el reemplazante, tras la charla que López mantuvo con Veira en un restorán de Capital Federal, donde según dijo el Bambino conoció personalmente al titular leproso, ya que sólo habían charlado telefónicamente en otras ocasiones. El cambio de figuritas no es uno más. De un técnico querido por su pasado de jugador pero sin experiencia, la conducción apostó a uno de afuera, con chapa de grande y mediático, para revertir la larga secuencia de fracasos y motivar rápidamente a un equipo y una hinchada que hace rato no saben de alegrías. Veira arribó a Rosario poco después del mediodía en auto, atrasado por la tormenta que anegó un tramo importante de la autopista Rosario-Buenos Aires, e inmediatamente se reunió con López para sellar el acuerdo. El Bambino firmó el contrato que lo ligará a Newell's hasta diciembre del 2003 y, aunque el monto de lo que percibirá no se dio a conocer, rondaría los 45.000 pesos mensuales para todo el cuerpo técnico, que incluye a sus fieles compañeros de ruta, el profesor Alfredo Weber y el ayudante de campo Esteban Pogany. El ex arquero de Independiente y Boca, entre otros, estará mañana en la ciudad para comenzar su trabajo, pero Veira y Weber no perdieron un solo segundo y ayer mismo se pusieron al frente del plantel en el día más desapacible, al punto que sólo pudieron moverse en el gimnasio cubierto del Coloso del Parque, que también sufrió las inclemencias del tiempo, ya que las goteras del techo dejaron varios charcos en el piso de parqué. Igual, la lluvia no le impidió a Veira detenerse a charlar con todos los medios de prensa que lo aguardaban en la playa de estacionamiento del Coloso. A las 15.40 aproximadamente descendió de su vehículo al tiempo que volvía a llover, pero la alegría y la predisposición del técnico eran tan grandes que dialogó sin problemas bajo el agua. Después de un rato se refugió en la pequeña antesala del vestuario, donde pese a la multitud que lo colmaba no se impacientó nunca y respondió todas las preguntas, mientras un coro rabioso de aliento de un grupo de hinchas que le dio la bienvenida impedía una correcta audición. Una charla breve con el plantel ofició de presentación, luego vinieron los ejercicios físicos a cargo de Weber (explicando en cada uno el cómo y el porqué) y varios picaditos cuidando de no lastimarse en el piso resbaladizo, mientras que hoy a las 9.30, llueva o no, Veira cumplirá su primer entrenamiento de campo en Bella Vista. El club del Parque comenzó una nueva etapa, no caben dudas, muy diferente a cuando cambiaba técnicos del mismo riñón rojinegro. Aunque a muchos les suene poco creíble, un entrenador con los blasones de Héctor Rodolfo Veira ya se probó la ropa de fajina y el domingo, en La Plata, debutará como técnico de Newell's Old Boys. Un viejo sueño de Eduardo López se cumplió. El hincha espera ahora que también se cumpla el suyo.
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