El siniestro que contó con el mayor número de fallecidos tucumanos hasta anteayer fue el sucedido en la quebrada de La Cébila, el 4 de diciembre de 1987, donde un alud de agua y lodo se cobró 18 víctimas fatales al arrastrar un micro de transporte de pasajeros. En esta ocasión, el micro no había violado ninguna norma de seguridad y solamente se trató de un fatídico accidente. En tanto, un accidente con características similares al de anoche también tuvo como protagonistas a ciudadanos tucumanos, en la Cuesta de la Cébila, en la madrugada del 10 de febrero de 1997, cuando 19 peones golondrina cayeron al precipicio al desbarrancase el camión que los trasladaba hacia la vendimia, en la provincia de La Rioja. Ese accidente tuvo lugar en la ruta nacional 60, al sudoeste de Catamarca, en el departamento Pomán, y registró trece muertos y seis heridos graves. El camión había eludido tres controles policiales porque está prohibido en la jurisdicción viajar con personas en la caja de los vehículos. Los trabajadores habían partido la noche anterior desde la localidad de Santa Ana, a unos 90 kilómetros de San Miguel de Tucumán, con destino a Chilecito, La Rioja. El camión sufrió también un desperfecto mecánico, rompió una defensa y cayó en el lecho de un arroyo. (DyN)
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