Central no encontró su juego y debió conformarse con un incómodo empate para su presente de fervor. Pero el punto es valioso para el promedio, aunque inoportuno para la fiesta que las 40 mil personas que concurrieron al Gigante estaban dispuestas a prolongar luego del clásico. La igualdad fue la conclusión de un partido carente de ideas, en el que prevaleció la ajustada marca de Vélez, la que hizo visible en el equipo de Menotti el padecimiento por la falta de un conductor.
Los canallas se marcharon al vestuario en el entretiempo ganando el encuentro con un gol de penal, ventaja lograda sin tener el trámite bajo control. Lo que tampoco pudo hacer en el complemento, fundamentalmente porque Carlos Ischia hizo ingresar a Federico Arias por Pablo Pérez y el Torpedo se convirtió en un problema sin solución para sus marcadores.
A tal punto que el ex delantero auriazul, en su segunda intervención, cruzó un centro de izquierda a derecha que encontró en soledad a Valdemarín para que conectara de cabeza a la red ante una pésima salida del Rifle Castellano.
El empate velezano dejó en silencio a un estadio que estaba vestido para extender el buen momento auriazul, pero este Central necesita imperiosamente de su cuota futbolística para poder exhibir su implacable contundencia. Y en esta ocasión no la tuvo, ni siquiera en pequeñas ráfagas.
En este contexto más luchado que pensado, no es casualidad que ambos conjuntos sólo hayan generado 7 situaciones de riesgo, incluyendo las dos que derivaron en goles. Porque si bien Vélez fue algo más incisivo, tampoco tuvo claridad para obligar a Castellano.
Desde el inicio Vélez pobló el mediocampo y Daniel Quinteros quedó muy solo en la lucha. Entonces Falcón comenzó a erigirse en el patrón del sector y el juvenil Pérez gravitó con mayor comodidad a las espaldas de los volantes canallas. Esto obligó a que Talamonti y el Cata Díaz duplicaran esfuerzos, siempre con la precisión que les permite su rica técnica.
Pero cuando Central debía atacar sus movimientos se hacían demasiados previsibles, porque De Bruno se movía con tanta lentitud que Figueroa y Mandra terminaban aislados o bien tomados por Dudar y Fuentes.
La Academia rompió el cerco luego de una aislada combinación entre Marcelo Quinteros y Ferrari, que siguió con un centro del lateral derecho que no pudo encontrar Mandra y tampoco Figueroa (se resbaló) pero sí Pino, aunque el ingreso del cordobés fue interrumpido por Sessa cometiendo un penal que el Loncho transformó en gol.
De ahí en adelante a Central le costó horrores avanzar con transparencia. Menotti en el segundo tiempo trató de imprimirle sorpresa y dinámica a su equipo con el ingreso de Arriola y Delgado, pero salvo algunas maniobras del Tom, la historia continuó inexorable hasta el empate final. Resultado que no es negativo, aunque sea incómodo porque no alcanzó para conservar la punta.
Síntesis
R. Central 1: Castellano 5; Ferrari 5, Talamonti 6, D. Díaz 7 y G. Rivarola 6; M. Quinteros 5, D. Quinteros 6 y Pino 5 (84' Gvo. B. Schelotto); De Bruno 4 (65' Arriola 6); Mandra 4 (73' C. Delgado 5) y Figueroa 4. Suplentes: Manchado y P. Sánchez. DT: César Luis Menotti.
Vélez 1: Sessa 5; Dudar 6, Fuentes 6 y Uglessich 5; J. C. Falcón 7, Ladino 5, M. Bustos 5 y J. Gutiérrez 4 (84' E. Domínguez); P. Pérez 6 (46' Arias 7); Valdemarín 6 (73' Gracián) y Nanni 6. Suplentes: Leyenda y Pellegrino. DT: Carlos Ischia.
Estadio: R. Central.
Arbitro: Horacio Elizondo (5).
Goles: 17' Ferrari, de penal (RC) y 50' Valdemarín (VS).
Amonestados: De Bruno (RC) y Fuentes (VS).