La investigación policial y judicial por el robo de una cifra cercana a los 150 mil pesos de tres cajas de seguridad de un banco céntrico se encuentra en un cono de sombra y sin respuestas. Por ello, los damnificados buscaron un camino alternativo y recurrieron a la Secretaría de Comercio Interior de la provincia con el fin de hacer valer sus derechos y dejar sentada la responsabilidad administrativa que en el robo ha tenido el banco.
Sin embargo, en la primera audiencia de conciliación realizada el pasado lunes ante el director del organismo provincial, las partes no se pusieron de acuerdo y mantuvieron sus posturas originales. De esta manera, se abrió un período de pruebas en el cual el banco y los propietarios de las cajas de seguridad aportarán los fundamentos de sus posiciones. Tras ello será la hora de los alegatos y la decisión final del director de la oficina pública.
Claro que todo esto se realiza sin que la investigación judicial se detenga, aunque como reconoció Elpidio Juan Mauri, representante legal de los damnificados, "hasta el momento no se han establecido responsabilidades, ni se ha identificado a los autores de los robos, por lo que la causa está inmersa en un cono de sombra".
La investigación se inició en agosto de 2000 cuando un médico de la ciudad presentó una denuncia ante el juez de Instrucción número 11, Carlos Triglia, en la que sostuvo que de su caja de seguridad del banco Lloyd's de Mitre y Rioja habían desaparecido misteriosamente valores por unos 50 mil dólares. Un mes más tarde, una pensionada de 84 años sostuvo ante la justicia que de su caja de seguridad en la misma sucursal bancaria faltaron 47 mil dólares. El tercer caso, que no fue denunciado penalmente, se dio ese mismo mes en la misma entidad financiera y por otros 50 mil dólares.
Lo llamativo de los tres casos es que en ninguno de ellos las cerraduras de las cajas habían sido violentadas y que los tres compartimentos están ubicados en la misma fila de cajas.
A partir del acopio de las denuncias, el juez Triglia indagó a todo el personal del banco y a los dueños de la empresa -por entonces cerrada- que había instalado en la entidad de Mitre y Rioja las cajas violadas. Sin embargo nadie aportó nada importante a la investigación. Sólo un dato de la pesquisa fue relevante: la habitación donde se hallaban las cajas de seguridad no tenía sistema de video que registrara lo ocurrido en su interior.
Precisamente ese detalle fue el tomado en cuenta por el abogado Mauri para apelar a la Secretaría de Comercio. "Aquí hay una responsabilidad administrativa por parte del banco. Por un lado estamos ante un delito como el hurto; pero por otra parte hay un claro incumplimiento de contrato, del servicio prestado por parte del banco hacia sus clientes", dijo.
Atando cabos
De acuerdo a lo comunicado por Mauri, a lo largo de dos años de investigación sólo hubo una persona sospechada y a la que se intentó vincular a una banda de saqueadores de cajas de seguridad desarticulada en abril de 2001 en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, no se hallaron pruebas que lo vincularan y quedó desafectado de la causa.
Al respecto, once personas fueron detenidas en abril de 2001 en 26 allanamientos realizados en distintas localidades bonaerenses. Los apresados fueron imputados de alzarse con unos 10 millones de pesos de cajas vaciadas en Rosario, Mendoza, Capital Federal y Montevideo.
Entre los detenidos estaban Horacio Francisco Rossi y Jorge José Sleiman. Esos dos hombres fueron procesados en la investigación a un robo perpetrado en una caja de seguridad del banco Suquía de Santa Fe al 1200, luego de quedar filmados con nitidez en la cinta de video.