Un padre y su hijo menor edad fueron las dos personas detenidas ayer por su presunta participación en el crimen del policía Adrián Falduto, mientras que los investigadores sospechan que habría sido el joven, de 17 años, quien efectuó el disparo que terminó con la vida del custodio del canciller Carlos Ruckauf.
El hombre, de 43 años, y su hijo, fueron detenidos ayer en las localidades bonaerenses de Munro y Cementerio de Zárate, confirmaron voceros de las policías Federal y Bonaerense, quienes agregaron que los sospechosos fueron trasladados a la comisaría 53 para ser indagados mañana por el juez a cargo del caso.
De acuerdo a los voceros policiales, el menor -quien presentaba una herida de bala- habría tenido un rol activo en el intento de robo, mientras que la función de su padre habría sido manejar el auto para llegar al café De La Villette, donde se produjo el tiroteo en el que murieron Falduto y uno de los delincuentes.
La detención del menor, quien reside en Munro, se llevó a cabo en el marco de un allanamiento realizado cerca de las 11.30, en una vivienda perteneciente a una abuela del joven. Cuando se realizó el procedimiento, contó la policía, el menor acababa de salir de tomar un baño. El joven, que no opuso resistencia a la orden de arresto, presentaba una herida de bala en el muslo izquierdo, supuestamente recibida durante el tiroteo y por la que se había realizado curaciones con un médico particular.
Desayuno sangriento
En tanto, el padre del menor -identificado por la policía bonaerense como César Migliorini, de 43 años, de profesión changarín- fue arrestado tras allanar una vivienda de la calle Agüero 3175 de Munro. El hombre está sospechado de haber manejado el automóvil Peugeot 405 con el que los delincuentes llegaron hasta la confitería.
El oficial principal Falduto, casado y padre de dos hijos, falleció el viernes a las 9 cuando desayunaba en el café De La Villete, situado en Juncal y Salguero, donde esperaba la salida del canciller Ruckauf, quien reside en un edificio torre situado frente a la confitería. Falduto, quien se encontraba vestido de civil, advirtió que por una de las dos entradas del local, ubicada en Juncal al 3300, ingresó un delincuente, arma en mano.
El suboficial se trabó en lucha con el ladrón y le dio un fuerte golpe, pero éste a su vez le efectuó un disparo en la espalda, en momentos en que un cómplice ingresó por la entrada de Salguero 2296 y se acercó hasta el policía a quien baleó en la nuca.
Falduto alcanzó a ultimar al joven que había ingresado en primer término, Luis Enrique Bonelli, de 20 años, quien estaba detenido por un homicidio pero gozaba permiso para salir a trabajar todos los días de 8 a 18, otorgado por el juez de San Isidro Juan Mackintach.