El seleccionado de Rosario también lo tuvo en sus filas. "Recordando te puedo decir que tuve una suerte bárbara. Me divertí mucho, sobre todo del 89 al 94, donde la pasé muy bien. Realmente no sufrí, fueron casi todas alegrías salvo el Campeonato Argentino que es una deuda y ahora que me retiré no la pude cumplir", analiza el Aspirina.
-¿Por qué creés que nunca se alcanzó el campeonato, más allá de arañarlo varias veces?
-Sí, varias veces estuvimos muy cerca. Creo que lo perdimos por cabeza y no por el juego. Siempre hacíamos algo para no salir campeones. Tal vez tendríamos que haber trabajado el seleccionado en la parte mental como lo hicimos en el club. Pienso que hicimos todo inconscientemente para perder las finales.
-De todos los rivales que tuviste, ¿cuál fue el más complicado?
-Nuestro rival siempre fue Córdoba. Nos ganaron cosas importantes. Ante ellos perdimos dos semifinales, la del 94 y la del 96, cuando se nos escapó en la cancha del Jockey. Y de los otros equipos con los que más disfruté jugar fue con los tucumanos. A ellos los respeto mucho por el espíritu que le ponen al juego. Ves, a mí me gustaría poder transmitir eso.
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La Ciudad
