¿Vale la pena arriesgar la vida por 16 pesos, que pagan el día del operativo? Esa es la pregunta que Juárez contestó más con el corazón que con el bolsillo. Y en su respuesta se nota que lo suyo fue siempre ser policía. Si no no se explica cómo puede pensar que volvería a ponerse frente a la tribuna de Central o ante cualquier barrabrava si fuera necesario. "Si uno piensa que debe poner la cabeza por 16 pesos no vale la pena arriesgarse. Pero lamentablemente la mayoría está en una mala situación y tenés que ir".
-¿Volverías a la cancha?
-Sí, seguro. Mi vocación policial es la de siempre y si me mandan voy a ir. La que estará más preocupada será mi familia, pero soy policía.
-¿Te quedó un rencor personal contra el que te disparó?
-No, porque es un delincuente más y uno sabe que puede pasar en cualquier momento. Claro que pasó en el lugar más inesperado porque uno está acostumbrado a entrar por las villas de madrugada, donde le pedís a Dios que te deje salir, y sabés que te puede pasar. Pero no lo odio al que me disparó sino que tengo odio con la sociedad en que estamos viviendo.
-¿Qué le dirías a tu agresor?
-Le diría que no sirve de nada arruinar a una persona o matarla de esa manera, aunque es lo mismo que le dé uno o diez mensajes porque no lo va a entender. El que va a una cancha con un arma es porque va a matar a alguien. Lo normal es ver al hincha medio tomado o fumándose un porro, pero ir armado es cosa de locos, de un asesino.
-¿La droga potenció la agresividad de algunas barras?
-No puedo asegurarlo. Hace años que voy a la cancha y fue igual. El olor a marihuana no se puede aguantar, y lo aceptás o te vas.
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La Ciudad
