Después de un año difícil, marcado por la muerte de un amigo y la enfermedad de su madre, Diego Torres parece más optimista que nunca. Motivos no le faltan. Su nuevo álbum, "Un mundo diferente", arrancó con el pie derecho y ya es Disco de Oro. Pero él dice que no vive atado a las cifras y que la crisis económica lo golpea como a todos.
A los 30 años, Diego Torres es uno de los cantantes más cotizados del mercado latino (lleva vendidos un total de un millón doscientos mil discos), y también acredita éxitos en el cine ("La furia") y en la televisión ("La banda del Golden Rocket"). Pero él está lejos de sentirse completo y además le gustaría formar una familia.
Tan seguro de sí mismo como algo naif, aseguró a Escenario que no canta para ganar mercados, que no compite con nadie, que no le gustaría irse del país y que lo único que quiere es disfrutar de su disco con su público. "Mi ambición es completamente sana", dice. Y no habría por qué no creerle.
-¿Cuál fue el motor de tu nuevo álbum?
-Levantar un poco el ánimo de la gente. Yo creo que las canciones son vitamina para el alma. Este disco a mí me ayudo a salir de un año muy complicado a nivel personal, porque perdí a un amigo como Fernando Olmedo y porque mi madre está con problemas de salud. Nada me pone más contento que encontrarme con personas que me dicen que el disco los alegra o los ayuda a ponerse las pilas. Ahí es donde yo me doy cuenta si un álbum sirvió o no. De alguna forma "Un mundo diferente" fue una contradicción, porque yo lo grabé en en momento duro y salió un trabajo muy para arriba, muy esperanzado. Además sé que a este compacto lo voy a disfrutar mucho en vivo, con la banda y con el público. Eso es lo único que quiero, mi ambición es completamente sana.
-En esta época de crisis económica y discográfica, ¿es posible llegar a las cifras de venta de "Tratar de estar mejor" o "Tal cual es"?
-Yo no vivo atado a las cifras. La música es un negocio muy particular y a todos nos afecta la situación que vivimos. Pero a veces tenés la suerte de que dos temas pegan y el disco se vuelve algo muy gordo. No hay una fórmula en ese sentido. También habría que aclarar que las ventas altas o bajas no indican que un álbum sea bueno o malo. Yo veo que mucha gente tiene ese concepto equivocado. Creo que hay que opinar sobre los discos desde otro lugar.
-¿Sentís que ya conquistaste Latinoamérica?
-No, me quedan muchas materias pendientes, la conquista no se hace de un día para el otro. Me parece que un artista primero se tiene que desarrollar a nivel regional, eso es lo que yo le transmití a la compañía. Además les aclaré de entrada la música que quería hacer. Yo no voy a cantar nada por el sólo hecho de ganar otros mercados. No comparto esa manera de trabajar. Si el artista tiene ganas de crecer y de evolucionar en su música, eso es lo único que le va a traer buenos resultados.
-Tu disco salió junto al de Luis Miguel y el de Alejandro Sanz, ¿la competencia es muy fuerte?
-Yo me preocupo por mi lugar, y no siento que este sea un deporte donde hay que competir. Yo tengo un público fiel y no entro en ese juego.
-¿Por qué no surge un argentino que cope el mercado latino?
-Acá no lo ven, pero hay muchos argentinos que estamos conquistando otros países. El problema es que nosotros compramos más lo de afuera que lo de adentro. En España te pueden hablar de mí o de Marcela Morelo. Somos muchos los que llegamos y vendemos bien en el extranjero.
-El año pasado decías que tenías ganas de irte a vivir a España, ¿qué pensás ahora?
-Esa es una lucha interna, porque yo amo a mi país y me cuesta mucho dejar mi lugar. De la Argentina me encantan los paisajes, la gente y las costumbres. Yo tengo todo acá, pero al mismo tiempo siento una bronca terrible por las injusticias que se ven todos los días. A mí me pasa lo que al resto de la gente, no soy diferente por grabar discos. Pero por mi profesión, que me da la oportunidad de viajar, también me di cuenta que este país tiene muchas cosas buenas. Yo podré vivir algunos meses afuera, pero no creo que pueda dejar definitivamente el país, resignarme me daría mucha tristeza. Ahora quiero pelearla y darle para adelante.
-¿Tenés algún proyecto en cine?
-Desde el año pasado estoy trabajando para ver si encuentro algún guión bueno. Me encantaría volver a filmar, sobre todo una comedia costumbrista, algo como "El hijo de la novia". Yo estoy escribiendo ideas y bocetos para que sirvan como disparador de un futuro guión, aunque todavía no me animo a largarme solo. Ultimamente tuve algunas propuestas, pero yo estaba muy metido con el disco. Adrián Suar me invitó a hacer una miniserie parecida a "El 22", pero por falta de tiempo no me pude meter en el proyecto.
-¿Qué opinás de los grupos como Bandana, que se arman por televisión de la noche a la mañana y tienen un éxito inmediato?
-Sin juzgarlo por el lado musical, lo de "Popstars" me parece un proyecto digno. De los reality shows fue el mejor por lejos. Está bueno que le den una oportunidad a la gente joven de todo el país. Además seleccionaron a chicas que cantan bien, no fueron a buscar solamente caras lindas. Pedirles una evolución musical es absurdo, porque recién están empezando, es su primer disco. Me parece mejor que las chicas consuman a Bandana, que es de acá, a que compren a cualquier papanata que viene de afuera. Las Bandana son chicas talentosas, con carisma y además cantan bien. Creo que no tenemos que ser tan críticos con ellas.
-Vos grabaste discos, hiciste cine y también televisión, ¿qué te queda pendiente?
-Un montón de cosas, grabar muchos más discos, filmar muchas más películas. Además me encantaría tener hijos, formar una familia.
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La Ciudad
