Diego Torres reconoció que ya no tiene la mirada de un joven de 20 años. "La experiencia a esta altura se nota, la vida te va haciendo crecer quieras o no. Lo bueno es que esa madurez también se traslada a la música", comentó. Antes de profundizar en el tema se adelantó a aclarar: "Tampoco estoy totalmente maduro, todavía estoy creciendo. A mí me encanta aprender, por eso me gusta cambiar y probar diferentes cosas con cada disco. Yo sé lo que quiero, pero también tengo la puerta abierta para las propuestas de los demás. A los 30 podés mirar para atrás y aprender de los errores", aseguró. A pesar de su profesión y la de su novia (la actriz Angie Cepeda), Diego Torres nunca se sintió cómodo en el ambiente mediático y chismoso de la farándula. "El perfil bajo es una elección de vida. Cuando yo estoy trabajando en un disco me concentro solamente en eso. Creo que la energía tiene que estar enfocada en lo artístico para no dispersarse en pavadas", aseveró. "Yo solamente aparezco cuando siento que tengo algo que decir. Esa es mi forma de ser y también la de mi pareja. Somos personas muy tranquis, muy de nuestra casa", comentó sobre su noviazgo. Tampoco es casual que su álbum "Un mundo diferente" esté especialmente dedicado a su novia. "Ella tiene algo que ver con todo lo que yo hago. Angie es mi pareja y es la persona que está siempre al lado mío, en los buenos y en los malos momentos". Para no quedar en deuda con nadie, Diego Torres aclaró que el disco "también está dedicado a mis sobrinos". El cantante aseguró que no se siente condicionado por venir de una familia de artistas. "Eso nunca me benefició artísticamente, pero sí como persona. Tengo a toda mi familia alrededor y fui muy bien educado. En ese sentido me siento un privilegiado, porque la gente que te quiere es la que te ayuda a defenderte en la vida", concluyó.
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