Mario Candioti
Y ahora Román, ¿qué vas a hacer con tu secreto? Traicionado por un sentimiento, la imagen de tus lágrimas regando el Estadio Nacional dejaron al descubierto el poder y orígen de tu magia. Y vos, como un Harry Potter del fútbol de estos tiempos, le mostraste una vez más al mundo la seducción de tu juego, la fineza de tu gambeta en el césped, pintando alemanes como Quinquela un cuadro de la Boca. No te importó que más de una vez te sentenciaran y trataran de ejecutarte cuando la escondías debajo del botín. No te quejaste sino hasta después del enésimo foul, cuando el arte se manifestó en un justiciero acto de repudio a la intolerancia de una pierna destructiva. Y ahora Román, ¿qué vas a hacer con tu secreto? Porque aquellos que no te conocen bien deben seguir creyendo que algo sobrenatural e inexplicable domina tus sentidos y coordina tus movimientos de magia. Fuiste el único a quien quisieron amputarle la fantasía. Esa Torre de Babel que fue el Bayern Munich no tuvo ni un atisbo de consideración por el gran armador. Te crearon una jaula para que no pudieras volar. Y ahora Román, ¿qué vas a hacer con tu secreto? Porque claro, Romy, ya sin el título, ya dueño de la calentura y la impotencia, te pusiste a llorar. Y allí, muchos sorprendidos entendieron que Juan Román Riquelme es un ser humano.
| |