Nueva York. - Con el nerviosismo diseminado por Nueva York luego de una nueva tragedia aérea, jefes de Estado y ministros de Relaciones Exteriores continuaron ayer con sus actividades en las Naciones Unidas, donde se reforzaron drásticamente las ya estrictas medidas de seguridad. Los investigadores del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de las autoridades de transporte estaban intentando determinar la causa, mientras que a la opinión pública neoyorquina le resultaba difícil evitar la pregunta si la caída del Airbus A300-600 tras su despegue del aeropuerto internacional John F. Kennedy estaba relacionada con el terrorismo.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, quien se encontraba en la reunión del Consejo de Seguridad para discutir sobre terrorismo y Afganistán, intentó tranquilizar a sus colegas. "El reporte que tengo hasta ahora sugiere en forma preliminar que se trató de un accidente", expresó Powell a las pocas horas del accidente. "Esperemos que resulte ser el caso, aun cuando de todos modos es un evento trágico para aquellos que perdieron a seres queridos", afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense. Una gran parte de personas a bordo del avión eran dominicanos, y por eso expresó Powell "un comentario especial para nuestros amigos dominicanos aquí en las Naciones Unidas por la pérdida de vidas".
Los funcionarios de seguridad de las Naciones Unidas, ya en alto grado de alerta por el encuentro durante el fin de semana de importantes jefes de Estado, incluyendo al presidente estadounidense George W. Bush, inmediatamente decidieron el cierre "parcial" del complejo.
La ONU prohibió el ingreso de peatones y vehículos, aunque los funcionarios decidieron no evacuar al personal. El jefe de seguridad de las Naciones Unidas, Michael McCann, informó al personal del accidente del avión y urgió a permanecer alerta a las instrucciones por altavoces durante el cierre parcial del edificio. A algunos líderes, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores francés Hubert Védrine, se le negó la entrada al edificio, mientras las actividades de la ONU, incluyendo el debate de la Asamblea General, continuaban en el interior. (DPA y Télam)