Washington. - La ex inspectora del ministerio de Transporte estadounidense Mary Schiavo dijo, en relación al Airbus A300-600 que se estrelló en Queens, que los testimonios de los testigos permitían presumir que se había desprendido una turbina en vuelo y que ya se habían dado varias veces ese tipo de casos, en declaraciones a la CNN.
El Airbus A300-600 de American Airlines estaba equipado con turbinas CF-6 de General Electric, según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
De acuerdo al "New York Times", una turbina de este tipo se desprendió de una avión DC-10 de Continental Airlines en abril de 2000. En junio de 2000, también se desprendió una turbina CF-6 de General Electric de un Boeing 767 de la aerolínea Varig, según el Times. El problema parece estar entonces en la turbina y no tanto en el tipo de avión, ya que los accidentes afectaron a tres modelos distintos de tres diversas constructoras.
Según parece, el avión se rompió en cuatro partes que cayeron sobre el barrio neoyorquino de Queens, entre ellas, una turbina, dijo Giuliani y agregó que una parte de un ala se precipitó sobre el mar, en la Bahía de Jamaica.
Desde los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, nuevas normas rigen para los pilotos de los aviones que, en caso de secuestro o peligro, pueden pedir ayuda directamente al Pentágono mediante un código secreto, cosa que no sucedió en este caso.
Los restos del avión se esparcieron en una extensa área alrededor del siniestro en Queens y la Guarda Costera hasta recogió partes en el extremo de bahía Jamaica, donde se sitúa el aeropuerto internacional John F. Kennedy, agregó Blakey. En tanto, entre 60 y 100 funcionarios de esa Junta permanecían anoche en el sitio del accidente.
Tras el accidente, Giuliani emitió de inmediato la alarma máxima, pidió calma a la población de ocho millones de habitantes y advirtió respecto a sacar conclusiones apresuradas sobre la causa de este siniestro. Además, los túneles y puentes de acceso a Manhattan fueron cerrados, al igual que los tres aeropuertos del área neoyorquina, John F. Kennedy, La Guardia y Newark. Poco después se reabrió el JFK para el arribo de aviones.
"Cuando escuché del accidente, sólo pensé "Oh, mi Dios. Lo que sabemos hasta ahora nos deja esperar que se trate de un incidente aislado", agregó Giuliani, quien informó que cuatro casas resultaron destruidas y al menos 14 fueron dañadas, mientras que no había hasta el momento reportes de víctimas en tierra. (Reuters)