Santo Domingo.- La angustia y la consternación invadieron ayer la República Dominicana, cuando se propagó la noticia de que 150 personas oriundas de esta nación del Caribe se encontraban a bordo del avión de American Airlines que se estrelló en Nueva York. Algunas personas que esperaban el vuelo se desmayaron al enterarse. Las autoridades escoltaron a los familiares a un área separada del Aeropuerto Internacional de las Américas, en Santo Domingo, lugar de destino del vuelo. El presidente dominicano, Hipólito Mejía, exclamó ante los periodistas que se sentía profundamente consternado por la caída del Airbus A-300 con 255 personas a bordo. Hablando en el palacio presidencial, Mejía dijo que estaba en contacto permanente con el consulado dominicano en Nueva York para mantenerse informado. El consulado le comunicó que unos 150 dominicanos se encontraban en la aeronave. El mandatario decretó tres días de duelo nacional por la tragedia La llegada del vuelo a Santo Domingo estaba programada para poco antes del mediodía de ayer y personas ansiosas por reunirse con sus familiares a bordo del vuelo comenzaron a llegar temprano al aeropuerto. Muchos no tenían conocimiento de la tragedia y, cuando se enteraron, rompieron a llorar desesperadamente. Algunas personas se desmayaron y fueron atendidas por paramédicos. Las autoridades establecieron rápidamente un área separada en la terminal para que los familiares de personas a bordo del vuelo esperaran noticias, manteniéndolos alejados de la prensa. Para el mediodía, unos 100 familiares se habían reunido en el aeropuerto. Un oficial del Ejército dominicano fue visto llorar a viva voz diciendo que en el vuelo venían su esposa y un hijo suyo. En igual actitud fue observada una mujer cuyo marido, acompañado de un nieto, formaban parte de los pasajeros del vuelo. José Taveras, de 47 años, sollozaba al ver la reunión con su esposa e hija convertirse en una angustiosa espera. Una mujer, María Flores, lloraba por la desaparición de su esposo, Johnny Flores, y de un menor que viajaba en la aeronave. "Toda mi familia venía en ese vuelo. Venían a estar conmigo en la Navidad. !Qué desgracia Dios mío! ¿Por qué? ¿Por qué?", decía con voz temblorosa una mujer de avanzada de edad, quien tenía en el vuelo a su hijo y tres nietos. También entre los viajeros de la aeronave figuran la esposa y los tres hijos, de 17, 15 y ocho años, de Ramón "Cuco" Valtoy, un famoso compositor de merengue, un ritmo caribeño típico de Dominicana. La tragedia alteró todas las labores en la terminal de Las Américas y todos los vuelos a Nueva York fueron suspendidos. Las autoridades reforzaron de inmediato las medidas de seguridad en el aeropuerto, incluso con la presencia de efectivos del ejército portando armas automáticas. Una portavoz de American Airlines en Santo Domingo indicó que algunos pasajeros cancelaron sus reservaciones al enterarse de la tragedia, pero que la mayoría había preferido viajar, sobre todo a Miami. República Dominicana es un país de unos ocho millones de habitantes que comparte la isla caribeña de Hispaniola con Haití. Alrededor de un millón de personas de origen dominicano viven en el área de Nueva York. Aunque las autoridades estadounidenses dijeron que, hasta anoche, todo indicaba que se había tratado de un accidente, la tragedia avivó el nerviosismo en una ciudad aún conmocionada por los ataques del 11 de septiembre que destruyeron el World Trade Center. Las autoridades dominicanas han dicho que unos 41 dominicanos, muchos de ellos trabajadores de restaurantes y de limpieza, se encontraban entre las personas que murieron en los ataques contra Nueva York y Washington. Mejía viajó el mes pasado a Nueva York para expresar su solidaridad a la comunidad dominicana residente de la ciudad. El mandatario asistió a una misa en el alto Manhattan, que es el centro de la comunidad dominicana, e instó a la gente a hacer sus viajes usuales al país para pasar algún tiempo con sus familiares en los momentos de ansiedad por los que atraviesa Nueva York. El más reciente accidente aéreo relacionado con República Dominicana ocurrió en febrero de 1996, cuando un Boeing 757 de Alas Nacionales con 189 personas a bordo se precipitó a las aguas de las costas del país causando la muerte de todos sus ocupantes. (Reuters-DPA)
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