Una oleada de alegría sin precedentes se desbordó ayer desde todos los rincones de Ecuador cuando su selección se clasificó por primera vez a un Mundial. Millones de personas se lanzaron de inmediato a las calles en un día de sol que fue calificado como "histórico e inolvidable" por los comentaristas deportivos, muchos de ellos al borde de las lágrimas. Antes del encuentro, en muchas ciudades fueron preparados escenarios en las calles desde donde los parlantes lanzaban al aire música y consignas de aliento al equipo ecuatoriano. Frente a estos estrados, terminado el partido, la gente se abrazaba y bailaba, vestidos con la camiseta con el color amarillo de la selección y agitando la bandera ecuatoriana. La clasificación es un logro histórico para Ecuador. (AP)
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