Colombia mantuvo viva sus chances de lograr un boleto para Corea-Japón al vencer ayer como local a un improvisado Chile por 3 a 1. El equipo de Francisco Maturana tiene 24 puntos y pugna junto a Uruguay (26) por el quinto lugar que otorgará la posibilidad de disputar un repechaje con Australia. El árbitro argentino Daniel Giménez no tuvo un protagonismo menor: cobró como penal para el local una infracción afuera del área y expulsó a cuatro jugadores chilenos. Colombia consiguió un triunfo merecido pero lo hizo con la colaboración del árbitro argentino, quien tomó una serie de decisiones erróneas que fueron determinantes. Al promediar el primer tiempo, con el marcador 1-0 para el local merced a un bonito gol de Grisales -la figura-, Giménez se apresuró y expulsó a Cancino por doble amonestación. Pese a la inferioridad numérica, los trasandinos lograron el empate con un tiro libre de Riveros y llegaron a ser superiores en el inicio del complemento. Pero Giménez volvió a incidir con sus fallos: a los 63' cobró penal para Colombia por una falta de Vargas a Valentierra fuera del área. Angel lo transformó en gol después de que Chile sufriera la expulsión de Villarroel por protestar. A partir de ese instante, el encuentro se desvirtuó: Colombia cerró el marcador -pudo ser una goleada histórica- y Chile, poseído por los nervios, apeló al juego brusco, lo que le valió otras dos tarjetas rojas.
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