La isla de Navidad, a donde aspiran desembarcar los inmigrantes, es uno de los territorios más remotos de Australia. Los 1.500 habitantes de la isla de 24 kilómetros de largo viven principalmente de los ingresos que suministran una mina de fosfato y el turismo. Se encuentra a 2.500 kilómetros al oeste de la ciudad australiana grande más cercana, Darwin. Mientras tanto, los refugiados (entre los que figuran 43 niños y cuatro embarazadas) se hallan en condiciones sanitarias muy precarias y según un vocero de los propietarios del Tampa aparecieron los primeros casos de sarna y gastroenteritis. Australia envió tres aviones militares cargados de medicinas y víveres.
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