Australia generó ayer un incidente internacional al ordenar a una unidad militar de élite que abordara el carguero noruego Tampa en el océano Indico, donde desde el domingo permanecen varados 438 refugiados de distintas nacionalidades en espera de asilo, después de que el capitán del barco desafiara la orden del gobierno australiano de mantenerse alejado de la isla de Navidad.
La operación de unos 50 efectivos armados fracasó sin embargo en su intento por convencer al capitán Arne Rinnan de emprender el viaje de regreso a aguas internacionales desde su posición a cuatro millas náuticas de la isla australiana de Navidad.
En la nave se encuentran 438 refugiados, la mayoría afganos, que fueron rescatados por el carguero hace cuatro días, cuando se hundía el ferry indonesio en el que se encontraban.
El gobierno de Indonesia se ofreció a recibirlos en un primer momento, pero los afganos obligaron al capitán a llevarlos hacia Australia y este país se negó a acogerlos. En vista de la situación, también Indonesia ha dicho ahora que no les permitirá el ingreso en el país.
"No tenemos ninguna intención de dejar atracar este barco o bajar a la gente en territorio australiano", subrayó el primer ministro de ese país, John Howard, quien insiste en que los refugiados sean acogidos por Indonesia en el puerto de Merak, a 12 horas de viaje.
Nueva Zelanda se anota
El conflicto se complicó aún más por confusas declaraciones del gobierno de Nueva Zelanda, que negó ayer que esté dispuesto a permitir que el carguero entre en su territorio.
La primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, declaró que en la situación hipotética de que su país se viera implicado en un caso como el que enfrenta Australia, les permitiría a las personas entrar en sus aguas jurisdiccionales para detenerlas y comprobar que son verdaderos refugiados. Se trató simplemente de una explicación de cómo actuaría Nueva Zelanda y no de una oferta, destacó.
La disputa en torno a los refugiados se profundizó con acusaciones mutuas entre Noruega y Australia. Howard dijo que se había quejado ante su colega de Noruega, Jens Stoltenberg, de lo que considera una violación del derecho internacional.
Sin embargo, Stoltenberg, calificó el envío de soldados australianos al barco como "una respuesta totalmente equivocada a un grave problema humanitario".
Howard acusó al capitán noruego de entrar de forma ilegal en las aguas de su país y justificó el accionar de sus fuerzas de seguridad. "Estamos a punto de perder el control de la llegada de personas a nuestro país", afirmó.
La tripulación del carguero asegura que hay varias personas inconscientes o en mal estado de salud a bordo. Es por eso que el capitán emitió en antenoche una señal de auxilio y se acercó sin permiso a la isla de Navidad, ubicada 350 kilómetros al sureste de Indonesia.
Médicos militares que subieron a bordo con los soldados de la SAS aseguraron sin embargo que los refugiados están bien. En cualquier caso, se negaron a dar asistencia médica hasta que el barco regrese a aguas internacionales.
La naviera noruega Wilhemsen anunció que demandará a Australia ante cortes internacionales por "piratería". El ministro del Exterior noruego, Thorbjorn Stoltenberg, afirmó que quedará en la historia de la navegación el hecho de "que un país simplemente ignoró un pedido de auxilio".
Dinero por asilo
Australia tentó a Indonesia prometiendo pagar sus gastos mientras el caso seguía su curso en las Naciones Unidas en caso de que recibiera a los refugiados, pero Yakarta se negó.
La autoridad australiana intenta evitar con su actitud en este caso que se siente un precedente para refugiados futuros que secuestren barcos y fuercen a sus capitanes a dirigirse a Australia. Los inmigrantes pagan miles de dólares a traficantes indonesios para ser transportados a su destino final en Australia.
El hecho generó además la reacción del régimen talibán de Afganistán, que pidió al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que intervenga para ayudar a los refugiados, señaló ayer en una carta el ministro del Exterior de Afganistán, Wakil Ahmed Mutawakil.