La actriz Hilary Swank ganó el Oscar a mejor actriz por su papel en "Los muchachos no lloran", donde interpretaba a una mujer que se disfrazaba de chico, y llevaba el engaño hasta límites trágicos. La gran caracterización de ese papel representó un desafío para la actriz a la hora de volver a hacer otra película, cosa que recién hizo con "Premonición", donde asume un rol secundario interpretando a Valerie, una mujer que está casada con un hombre golpeador e infiel al que no puede abandonar a pesar de todo.