"Gracias por el chocolate", la nueva película de Claude Chabrol, se estrena hoy en Rosario en los cines Del Siglo y Village. El filme está protagonizado por Isabelle Huppert, quien interpreta a una singular empresaria, dueña de una fárbica de chocolate y casada con un reconocido pianista (Jacques Doutronc), a quien cela sin reparo a utilizar las armas más letales. "La perversidad es uno de los temas del filme", dijo Chabrol sobre su película y añadió que la mejor forma de representarlo fue a través la simplicidad y elegancia visual. "Es la mejor manera de darle al filme otro toque de perversidad", confesó el realizador nacido en Francia en 1930 y considerado uno de los fundadores de la Nouvelle Vague. Claude Chabrol escribió en Francia el primer libro sobre Alfred Hitchcock, en colaboración con Eric Rohmer en los años 50. De aquella temprana admiración quedaron huellas en toda la carrera de Chabrol, entre ellas el gusto por el género policial, entendido como un poderoso vehículo para transmitir ideas que están más allá del simple disfrute de la acción. Sin embargo, Chabrol no calificaría a "Gracias por el chocolate" como un thriller. "Un género tiene sus propias reglas por un lado, las apariencias por el otro y, finalmente, un tono. Estoy más interesado en el tono que en la apariencia y en las reglas. Amos los thrillers, así que mis filmes evocan thrillers, pero «Gracias por el chocolate» es una comedia dramática y un poco musical", dijo. "La perversidad es definida por el diccionario como una «tendencia a querer el mal ajeno sintiendo a menudo cierto placer». Y, como es común en las definiciones abstractas, el diccionario nos deja interrogantes: ¿qué es el mal?, ¿qué es el placer?", sostuvo Chabrol sobre el origen de la idea de "Gracias por el chocolate", y continuó: "La perversidad es uno de los temas principales del filme. Espero haberla definido de una manera más profunda e ingeniosa que nuestro querido diccionario al separar algunos de sus mecanismos psicológicos y estudiando los delitos de la llamada sociedad civilizada, los cuales sean tal vez una de sus formas de expresión". "La idea del filme -precisó el realizador de «El bello Sergio» y «La ceremonia»- es considerar la perversidad como el mal absoluto. No hay crímines o cosas por el estilo. No tiene lugar en ese nivel. En general, el perverso trabaja para el bien. Mika, la heroína del filme, hace una enorme cantidad de bien. El bien ligado a la perversidad nos brinda el mal absoluto. Existe una relación cercana entre el bien y el mal", aseguró. En cuanto a su trabajo con los actores, Chabrol echó abajo uno de los tantos mitos que hay sobre su obra: "No me gusta explicarles mucho a los actores. ¿Explicarles qué? No se puede explicar, puedes, si es necesario, dar consejos. A medida que los actores empiezan a actuar, pronto entran en los límites de sus personajes", sostuvo el director de "No va más", la última de sus películas que se había estrenado hasta hoy en el circuito comercial de Rosario.
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